Imelda Rodríguez pide en el Congreso una Ley educativa «libre de tufos electoralistas»

Dicho y hecho. Durante el inicio del curso de la Universidad Europea Miguel de Cervantes de Valladolid (UEMC), su rectora, Imelda Rodríguez, declaró su intención de llevar su voz al más alto nivel político para exigir un Pacto de Educación, equitativo para toda España. Y ayer, de los hechos pasó a la acción, ya que la rectora participaba en la lectura del documento en el que la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) y los principales agentes sociales han solicitado al Parlamento la elaboración de una Ley de Universidades.

Por ello, volvía a reclamar una Ley educativa «consensuada y libre de tufos electoralistas». «Debemos ser capaces de consensuar una norma destinada a formar a los ciudadanos encargados de articular el progreso social», reivindicaba, además de criticar la promulgación de leyes educativas «con sello ideológico», a la vez que señalaba que «las telarañas ideológicas o electoralistas no pueden oscurecer el vigor de la Educación, y las políticas relacionadas con este ámbito no se pueden definir en una mesa jugando al pin pon».

Tras haber presentado en el Congreso de los Diputados, en un acto en el que estuvo presente la presidenta Ana Pastor, Imelda Rodríguez destacaba que esta solicitud por parte de los rectores de una nueva Ley de Universidades que, en su opinión, debe ser imprescindible porque «estamos en el tiempo exacto para construir la vanguardia educativa». «Ahora, nos encontramos aquí, responsables educativos, agentes sociales,, económicos, políticos, con toda la fuerza que esta unión supone y tenemos que salir a la superficie completamente y demandar, sin descanso, que se piense y se actúe en la Política Educativa desde una mentalidad de Estado», señalaba.

Progreso formativo

La rectora de la Universidad Europea Miguel de Cervantes exigía que los políticos deben consensuar una nueva Ley educativa, y que no se piense sólo en hacer caja electoral, sino que se piense y se cree siempre «desde y para el progreso formativo de nuestras nuevas generaciones».

Es por este motivo, que reclama «con urgencia» que la Educación «deje de ser un asunto político para convertirse en un tema central de Estado». «Sólo desde esta perspectiva alcanzaremos leyes educativas inquebrantables, capaces de promover el progreso social que necesita nuestro país», por lo que «no podemos desaprovechar esta oportunidad histórica», concluía.