La Cámara de Doña Sancha en San Isidoro de León recupera su esplendor del siglo XVI

Tras dos años de arduos y pacientes trabajos, la Cámara de Doña Sancha, una de las estancias más emblemáticas y de mayor interés arquitectónico y simbólico de la Colegiata de San Isidoro de León, ha recuperado su esplendor pasado. Y lo ha hecho gracias a una innovadora técnica de restauración llevada a cabo que permite a este singular espacio lucir el mismo aspecto que tenía en el siglo XVI.

A partir de ahora, el visitante podrá disfrutar de un compendio artístico de pinturas murales que permanecían guardadas desde mediados del pasado siglo tras una remodelación «radical» que afectó especialmente a esta estancia. De hecho, se han restaurado los fragmentos que fueron levantados y se han recolocado en sus ubicaciones originales. Asimismo, se han acondicionado las escenas que aún se conservaban en los testeros, con el fin de lograr una lectura coherente de conjunto. De la misma forma, la reconfiguración original de la Cámara de doña Sancha ha conllevado el traslado y recuperación de la monumental portada renacentista que comunicaba con la biblioteca, que fue reubicada en una zona adyacente con una función meramente ornamental. Además, se ha aplicado un tratamiento especial para algunas de las capa de pintura, que aún permanecían en la Cámara, lo que ha permitido simultanear la conservación y contemplación de distintas fases pictóricas. Esta actuación forma parte del compromiso adquirido por la Junta que alcanza una cifra de 2,7 millones en otras obras realizadas como la restauración de la torre, las cubiertas de las naves de la iglesia y los paramentos interiores, la mejorar de la fachada meridional -Puertas del Cordero y sdel Perdón- y el acondicionamiento térmico del templo; acciones por las que el abad mostró su agradecimiento.

La consejera de Cultura y Turismo, María Josefa García-Cirac, presentaba ayer este proyecto de recuperación que ha costado 400.000 euros, y anunciaba que los trabajos en la Colegiata proseguirán de manera inmediata con la restauración del claustro, que incluirá la consolidación y protección de algunos elementos arquitectónicos del primer cuerpo como cornisas y balcones. Igualmente, avanzaba también la próxima tarea de restauración y consolidación de las pinturas murales del Panteón Real.