La creatividad del Modernismo seduce a los vallisoletanos

Las figuras femeninas de Ramon Casas; las ninfas de Joan Brull; las damas representadas en dos óleos de Alexandre de Riquer, en los plafones de marquetería de Gaspar Homar y Joan Busquets; las terracotas policromadas de Lambert Escaler; la escultura «La primera comunión», de Josep Llimona; los óleos de Joaquim Mir, Enric Serra y Modest Urgell; obras de los pintores Lluís Graner, Laureà Barrau y Ricard Brugada, y del escultor Eusebi Arnau, e incluso el mobiliario de Antoni Gaudí, Joan Busquets y Gaspar Homar. Todo esto y mucho más es lo que se puede ver en la Sala de Exposiciones del Museo de la Pasión de Valladolid, en una atractiva exposición titulada «La belleza del Modernismo. Obras del Museo del Modernismo de Barcelona», que arrancaba ayer con gran interés y durará hasta el 13 de julio. Un muestra que acerca la innovación de esta corriente que abarcó distintas disciplinas como la literatura, música, pintura, cartelería, escultura o mobiliario y la creatividad de una generación de jóvenes artistas en la Cataluña de finales del siglo XIX y primeros del XX.