Castilla y León
La falta de nieve acentúa el debate sobre las pistas y sus usos alternativos
El difícil arranque de temporada en la Comunidad mantiene todas las estaciones cerradas para la práctica deportiva
L. Los deportes invernales han ido logrando adeptos en los últimos años hasta convertirse en una de las actividades de ocio favoritas por muchos de los castellanos y leoneses cuando llegan las bajas temperaturas.
Sin embargo, y ante las buenas temporadas de años anteriores, en las que las estaciones se abrieron durante los primeros días de diciembre, en esta ocasión los responsables de las estaciones de esquí y los establecimientos hoteleros que viven de la nieve vieron cómo ninguna pudo abrir por el Puente de la Constitución ni durante las fiestas navideñas a falta de un manto blanco suficiente para la práctiva de esquí y snowboard.
Esto supone unas importantes pérdidas económicas que se esperan recuperar hasta el fin de la temporada, en marzo. Así, con las escasas nieves caídas a partir de mediados de diciembre tan solo dos de estas áreas recreativas lograron abrir algunos días y con ellas el movimiento empezó a llegar a las estaciones.
En este sentido lo consideró el director general de Turismo de la Junta, Javier Ramírez, quien valoró el «gran movimiento que generan» estos deportes invernales y su «impacto» en los pueblos. Sin embargo, reflexionó que el reto de futuro es «aprovechar las instalaciones» más allá del invierno. «Hay que pensar cómo vincular estas zonas a otras propuestas turísticas para desvincularlo en exclusiva de la nieve», aseveró.
Mientras, y hasta que esas soluciones llegan, las opciones para lo amantes de estas prácticas son muy diversas una vez el blanco elemento vuelva a las montañas, desde cursos de perfeccionamiento a rutas con raquetas de nieve o esquí nórdico para todas las edades en instalaciones sencillas o en las más grandes, que se encuentran entre las más baratas de España.
De este modo, aquellos que apuesten por el ahorro podrán optar por La Pinilla, en Segovia, cuyo pase de un día en temporada alta cuesta 35 euros, que se van rebajando cuando se opta por más jornadas.
Gracias a sus precios y al encanto de sus parajes, estas áreas recreativas recibirán entre 10.000 y 15.000 visitantes según las estimaciones. Un volumen de turistas que genera un fuerte impacto económico en el entorno de las pistas ya que, por cada euro gastado en las estaciones, se invierten otros siete en los aledaños.
Esto revierte directamente en algunas zonas rurales de la Comunidad donde las alternativas de trabajo son reducidas, por lo que la llegada del manto blanco supone una alegría para las miles de personas que dependen de él para su sustento.
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