Economía
Piden un mapa de servicios que permita blindar el medio rural
La Fundación Perspectivas presenta un libro sobre ordenación del territorio del profesor Ignacio Molina
Un mapa de servicios mínimos centrado en la Sanidad, la Educación, la asistencia social o los equipamientos culturales y deportivos, bajo una estructura que permita blindar al medio rural y garantizar a sus habitantes los principios de igualdad y cohesión social para evitar así la desaparición de cualquier entidad local; una financiación realista y no condicionada; o que la crisis no sirva como excusa para asentar estos servicios y reducir costes. Éstas son algunas de las cuestiones que el profesor de Desarrollo Local y Ordenación Territorial del departamento de Geografía de la Universidad de Valladolid (UVa), Ignacio Molina de la Torre, considera necesarias y vitales para conseguir que Castilla y León pueda tener un modelo de ordención territorial de éxito. poner en valor los paisajes el patrimonio cultural, más allá de los monumentos o adecuar el suelo a la dinámica real de los pueblos e incidir más en la rehabilitación de edificios que en la construcción de nuevas viviendas, para evitar la musealización de los centros históricos. También clarificar y ordenar mejor las competencias de cada administración; garantizar áreas que abran posibilidades de desarrollo económico; y, en definitiva, dar a los habitantes del medio rural la posibilidad de que puedan vivir y trabajar en su pueblo y en las mismas condiciones que si lo hicieran en una gran ciudad.
El profesor ha reunido estas demandas en un libro digital por encargo de la Fundación Perspectivas, adscrita al PSOE de Castilla y León, como alternativa al modelo territorial de la Junta, cuyo anteproyecto se presentará en el Consejo de Gobierno del 27 de diciembre. El profesor de la UVa advierte del problema demográfico de las áreas rurales y de que en la década del 2000 al 2010, la de mayor desarrollo económico y social, Castilla y León ha perdido un diez por ciento de su población «gracias a la ineficacia y lentitud de aplicación de la Ley de Ordenación del Territorio, que data de 1998».
De la Torre pone en duda en esta publicación que la agrupación de municipios en mancomunidades como modelo de ordenación vaya a ser la solución por el carácter voluntario que tiene esta unión. «No es eficaz. Tampoco aporta nada al proceso y lo dificulta», señala el profesor, mientras insiste en que el modelo actual de mancomunidades ha funcionado hasta ahora para servicios muy concretos, y advierte, también, de que la propuesta de la Junta basada en un modelo de distritos de interés comunitario es mejorable debido al pequeño tamaño de algunos pueblos y la falta de claridad en cuantro a lo que es un distrito rural y otro urbano.
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