Buenos Aires

Ricardo Blázquez advierte de que sin libertad religiosa la sociedad se empobrecería

La Razón
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En pleno debate sobre la elección del Papa, la Facultad de Derecho de la Universidad de Valladolid acogía ayer la inauguración del Congreso «España y la Iglesia Católica».

El Arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, se dirigía a un joven público, que llenó el auditorio, para dar su visión acerca de la realidad actual de la Iglesia en España y de sus relaciones con el Estado y la sociedad, apenas una hora antes de saberse que el cardenal de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, se convertía en el nuevo sucesor de San Pedro. En una alocución con muchos guiños y referencias a la labor pastoral y teológica de Benedicto XVI, Blázquez señaló que la libertad religiosa debe ocupar el cnetro de una relación leal entre la sociedad y la Iglesia, y advirtió de que esta libertad religiosa no puede ser reducida a la privacidad. «A nadie le vendría bien que se cercenase la libertad religiosa, porque después se cercenarían otros campos y la sociedad se empobrecería», advertía monseñor Blázquez, mientras insistía en que la libertad religiosa no es sólo libertad de conciencia y poder expresarse en privado, sino también la posibilidad de ser reconocida y que pueda desarrollarse con normalidad de asociación y libertad pública». El arzobispo de Valladolid defendía que la Iglesia se siente cómoda en la aconfesionalidad actual del Estado, y separaba laicismo de Estado laico al asegurar que el primero es una beligerancia contra un derecho fundamental de los ciudadanos, como es la libertad de culto, y afirmar que religión no es un problema, «ya que cada uno será lo que quiera en un estado laico».