Ruth Pindado: «Es el momento de la mujer rural y hay que darles el valor y la visibilidad que merecen»

La realidad de las mujeres en el medio rural no siempre es fácil. Al desempeño de los roles tradicionales se suman el envejecimiento, los estigmas y las barreras con las que se encuentran para cosas tan aparentemente sencillas como montar una empresa hasta otras, de mucho más calado y trascendencia, como dar a conocer situaciones de violencia machista.

Por ello, desde la Dirección General de la Mujer, que dirige Ruth Pindado, se pone el foco en la necesidad de visibilizarlas para que «salgan a flote, con fuerza y energía, dándoles a todas el valor que se merecen».

Así, y con motivo este próximo martes, 15 de octubre, del Día Internacional de la Mujer Rural, Pindado recibe a LA RAZÓN y pone sobre la mesa todos los recursos en marcha para que se eliminen las diferencias entre hombres y mujeres y señala que «vamos a dar un gran impulso para que el empleo en el medio rural sea una realidad a la que la mujer pueda acceder de forma definitiva».

En este sentido, destaca el trabajo conjunto de la Consejería con las entidades locales y las asociaciones de mujeres en el medio rural, consciente de la importancia de su colaboración para «llegar al pueblo más pequeño de la provincia más lejana» y prestar apoyo a todas aquellas que lo necesiten.

Hasta 500 asociaciones, de todos los sectores, conformadas por mujeres, han trabajado con la Junta para formar a las castellanas y leonesas de los pueblos en nuevos modelos de gestión, adaptando sus conocimientos a la demanda actual, para impulsar su inserción en el mercado laboral y para conformar una red de apoyo que no solo actúa como respaldo en este sentido, sino que también sirve para facilitar la detección de casos de violencia de género, una de las ramas fuertes del trabajo de la Dirección General de la Mujer.

Si bien la puerta de entrada a los Servicios Sociales son los Centros de Acción Social (CEAS), 189 en Castilla y León, de los que el 63 por ciento están en el medio rural, conocedores de la problemática que acompaña a las mujeres víctimas de esta lacra, lo que se está haciendo es crear una gran red social para que todos aquellos profesionales vinculados a los pueblos, como farmacéuticos, profesores, médicos, abogados o trabajadores sociales, entre otros, tengan la suficiente formación para detectar casos de violencia machista y dar la voz de alarma para que se activen todos los protocolos de protección.

No obstante, Pindado subraya la existencia del teléfono de atención 016, «que no se registra y con el que se puede pedir ayuda en cualquier momento» como método eficaz para acceder a los recursos con los que cuenta la Junta de apoyo en todos los sentidos a las víctimas.

«Ninguna víctima se va a quedar sin atención. Haremos todo lo que esté en nuestra mano, y lo haremos lo mejor que sabemos, para que se sienta protegida, con todos los recursos que necesite tanto legales como psicológicos y de otro tipo para que pueda rehacer su vida», señala.

Uno de los programas con los que cuenta la Junta, el Pemcyl, dirigido a la inserción laboral de mujeres en situación de vulnerabilidad, ha atendido desde su puesta en marcha a 363 víctimas de violencia de género, de las que han conseguido un empleo el 50 por ciento.

Prevenir desde jóvenes

Para no llegar a este extremo, la gran apuesta de la Dirección es la prevención desde la infancia, ya que «todo el buen trabajo que se realice en este sentido será el que evitaremos en atención». Por ello, se colabora con todas las Consejerías de forma transversal y con las agrupaciones de jóvenes para fomentar la igualdad y evitar que se perpetúen comportamientos que infravaloren a las mujeres y no les permitan desarrollarse de forma plena.

Ayudas para los huérfanos

Desde la Consejería se ofrecen numerosas ayudas para los huerfános de mujeres víctimas de violencia de género. Una es de 5.000 euros al año hasta los 18 y otra es la gratuidad de los estudios universitarios hasta los 26 años, límite que en días próximos se eliminará.