Valladolid reivindica su legado para ser Patrimonio de la Humanidad

Valladolid se postula para ser considerada como Patrimonio de la Humanidad. No será un camino corto -tendrán que pasar entre dos y cinco años hasta que haya una propuesta definitiva-, ni tampoco fácil, ya que habrá que pelear con otras opciones.

Pero, de momento, la ciudad ya ha dado el primer paso al presentar una ambiciosa candidatura en la que defiende su legado histórico, su patrimonio material, inmaterial y documental, y se reivindica como cuna del Estado moderno, por su forma de organizarse en el medievo a través de consejos y juntas.

Lo decía el alcalde de la capital durante su intervención: «Valladolid tiene que ocupar el lugar que le corresponde por derecho propio y trayectoria histórica». Lo recordaba también el coordinador de la candidatura y asesor, Antonio Hoyuela: «Valladolid ya es Patrimonio de la Humanidad, pero hay que empujar entre todos y demostrarlo hasta su declaración por la Unesco».

Y es que la candidatura, en la que ya trabaja un equipo de expertos liderado por Hoyuela y formado por historiadores, arquitectos y urbanistas, busca la complicidad de las instituciones, entidades, asociaciones y de los propios ciudadanos.

De hecho, según este experto la Unesco concede una especial importancia al apoyo político y social de la candidatura, «por encima -decía- del propio contenido de la misma». Valladolid es rica en patrimonio, visible a través de sus numerosos palacios, castillos, plazas, murallas, archivos, iglesias o monasterios. Pero también lo es por su legado histórico -el Palacio de los Vivero de la ciudad acogió en 1469 el casamiento de los Reyes Católicos, Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla- así como por su importante pasado Real y su vinculación con la Corona, al haber sido capital de España entre el 11 de enero de 1601 y 4 de marzo de 1606, y ciudad en la que estaba instalada la Corte de Felipe III.

La ciudad también ha sido escenario de momentos decisivos en la historia como fue la denominada Controversia de Valladolid (1550-1551), que enfrentó dos formas antagónicas de concebir la conquista de América: la de los defensores de los indios y la de los enemigos, que derivó posteriormente en el Derecho de Gentes.

Y ha albergado otros momentos que han cambiado el propio rumbo de la historia de la humanidad, como el Tratado de Tordesillas (1494) donde se dividió el nuevo mundo entre España y Portugal, o como las Capitulaciones firmadas en esta ciudad por Carlos V a favor de Magallanes en 1518 -este año se celebra el V Centenario-. Hechos que desembocaron después en la primera vuelta al mundo por mar de la mano del marino vasco Juan Sebastián Elcano.

Todas estas dimensiones tendrán un peso importante en la propuesta definitiva de la candidatura de Valladolid como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Como también lo serán la Semana Santa vallisoletana y su dimensión espiritual y social, el protagonismo de las órdenes religiosas, la cetrería o que Valladolid sea considerada igualmente un referente mundial de la escultura barroca.

A la espera del apoyo y compromiso de la Junta

Llamó la atención que no hubiera nadie de la Junta de Castilla y León en la presentación de la candidatura. Desde el Ayuntamiento de Valladolid se restó importancia a este hecho, ya que según explicaba la concejal Ana Redondo el director general de Patrimonio, Enrique Sáiz, le había trasladado su apoyo y su compromiso en un encuentro que habían mantenido recientemente. Por ello, Redondo aseguraba que confía en que la Consejería de Cultura y Turismo se sume pronto a esta iniciativa.