1714: Un templo para el agravio nacionalista

Las ruinas arqueológicas del Born son la llamada «zona cero» del tricentenario de los hechos de 1714

En febrero de 2002, el Ayuntamiento de Barcelona comenzaba a trabajar en la posibilidad de convertir el modernista mercado del Born en la sede de su biblioteca provincial. Sin embargo, al remover el suelo empezó a aparecer una ciudad oculta, la de 1714. En un primer momento, el entonces alcalde, Joan Clos, al conocer el descubrimiento pensó que no sería obstáculo para construir la biblioteca, pero una vez vistos los restos arqueológicos cambió de opinión. Todo esto ha supuesto, en algo más de diez años, una descomunal inversión de 84 millones de euros que concluirá con la inauguración oficial del Born Centro Cultural el próximo 9 de septiembre.

El nuevo equipamiento será el epicentro de buena parte del programa de actividades que se prepara con motivo del tricentenario y que el Ayuntamiento de Barcelona celebrará bajo el lema «Viure lliures», («Vivir libres», en catalán). El consistorio barcelonés presentó esta semana una programación que supondrá un gasto de 2,5 millones de euros, todo ello bajo el comisariado del televisivo Toni Soler, conocido por ser el responsable del programa de parodias de TV3 «Polònia».

Coincidiendo con las próximas fiestas de la Mercè, el Born Centro Cultural abrirá sus puertas con dos exposiciones en las que se repasan la historia de Barcelona, en general, y del barrio de la Ribera, en particular. Todo ello parte en buena medida de las investigaciones del historiador y arquitecto Albert Garcia Espuche. El caso de este último es curioso porque hace unos meses, en octubre del pasado año, se desvinculaba del proyecto del Born por, según algunas fuentes, su discrepancia con las lecturas ideológicas que se estaban dando. El pasado martes, Garcia Espuche volvía a demostrar su apoyo a la iniciativa municipal, al asistir a la presentación de los actos organizados desde el Ayuntamiento.

Además de los descubrimientos arqueológicos, el Born también presentará algunas piezas que el consistorio barcelonés ha ido adquiriendo. Entre ellas destacan tres cuadros por los que se pagaron 12.000 euros, procedentes de la antigua colección privada Alós-Moner. Los cuadros, óleos al lienzo, contienen los retratos del Emperador Carlos VI y de su esposa Elisabet Cristina de Brunsvic-Wolfenbüttel, de autor anónimo, y el retrato de Santiago Miguel de Guzman Dávalos Spinola, marqués de la Mina, de Manuel Tramulles. Las obras anónimas, de la llamada escuela centroeuropea, realizados en el periodo que va de 1725 a 1735, son óleos sobre tela. Carlos VI –llamado también Carlos III de España por los austracistas– era apoyado por algunas potencias europeas. El Consistorio no duda en calificar la que fuera breve estancia del austracista como «los años del reinado en Barcelona», pese a que nunca tomó posesión del trono en sustitución de Carlos II de España, el último de los reyes de la casa de Austria.

La ideología, las dobles lecturas, en ocasiones sesgadas, sí parecen colarse en la celebración de la derrota de 1714. A la espera de que la Generalitat dé a conocer su programación, comisariada por el también televisivo Miquel Calçada, conocido como «Mikimoto» en otra época, algunos detalles ya se empiezan a filtrar. Uno de ellos es un congreso de historiadores organizado por el Centro de Historia Contemporánea de Cataluña, dependiente de la conselleria de Presidencia de la Generalitat. Los días 12, 13 y 14 de diciembre celebrará un simposio bajo el muy contundente título de «España contra Cataluña: una mirada histórica (1714-2014)». Las jornadas cuentan con una programación sorprendente para el epígrafe de cada una de las ponencias: desde «La apoteosis del expolio: siglo XXI», por la catedrática Núria Bosch; a «El catastro: el arranque del expolio económico: siglo XVIII», por Joaquim Nadal, el que fuera conseller del Govern de José Montilla. La última de las conferencias la firmará Salvador Cardús, uno de los intelectuales de cabecera de Mas, y versará sobre «La humillación como desencadenante de la eclosión independentista». Algunos historiadores –tanto nacionales como internacionales– ya han mostrado públicamente su inquietud ante este congreso dirigido por el historiador Jaume Sobrequés, quien fuera director del Museo de Historia de Cataluña, militante del PSC hasta 2010 y hoy defensor de las tesis de Mas desde su cargo de director del Centro de Historia Contemporánea de Cataluña.

Resistencia de los catalanes

No será el único simpsio para este aniversario. Entre el 9 y el 12 de abril, el Museo de Historia de Cataluña, en Barcelona, y el castillo de Cardona –una de las fortalezas medievales catalanas más importantes– analizarán las consecuencias de los tratados de Utrech bajo el lema de «La resistencia de los catalanes». El congreso quiere «servir para profundizar en el conocimiento histórico del momento, para analizar su significación en las relaciones internacionales y, de forma más concreta, sus implicaciones para Cataluña y España», aseguran.

De la tele a la historia

Miquel Calçada fue el nombre escogido por la Generalitat de Cataluña para programar los fastos sobre 1714. Reconocido defensor de la independencia de Cataluña, ha sido durante años una de las principales estrellas de TV3, con programas como «Mikimoto Club», «Persones humanes»

–donde protagonizó una fuerte polémica a consecuencia de sus reiterados ataques irónicos a la Infanta Elena– o «Afers Exteriors». Además de sus trabajos como periodista, también destaca como empresario de medios de comunicación, siendo el responsable del Grup Flaix, formado por las emisoras de radio musicales Flaix FM y Ràdio Flaixbac. Ahora compagina estas labores con su dedicación a recuperar la causa de 1714. No oculta sus ambiciones políticas.