Cataluña
Aumentan un 7% los niños que son atendidos por su salud mental
La ansiedad, la depresión y el TDAH son los trastornos más comunes en la infancia
Los niños y adolescentes atendidos en los centros de salud mental infanto-juveniles de Cataluña (CSMIJ) incrementaron un siete por ciento en 2014 respecto al año anterior. Los expertos señalan que esto se debe no sólo a los avances en el diagnóstico, sino también a los efectos derivados de la crisis económica.
Según un estudio de la FEDAIA (Federación de Entidades De Atención y Educación a la Infancia y Adolescencia) la aparición de un nuevo perfil de pobreza, representado en familias que han perdido su poder adquisitivo, genera frustración y situaciones de conflicto con niños y adolescentes.
La explicación que da esta entidad, es que los padres están centrados en conseguir recursos para cubrir las necesidades básicas de la familia y descuidan otros aspectos que son igualmente importantes para el desarrollo de los niños y que permiten mantener un vínculo de afectividad.
En 2014, los centros de salud mental catalanes atendieron a 62.634 chicos menores de 18 años, frente a los 58.570 de 2013. Aunque las dolencias más comunes siguen siendo los trastornos de ansiedad, depresión y el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), las enfermedades mentales graves repuntan con fuerza. Los CSMIJ atendieron en 2014 a 7.328 menores por trastornos mentales graves, lo que supone un 15 por ciento más que en 2013.
Colabotración con Enseñanza
Hace dos años la conselleria de Salud diseñó un nuevo plan de actuación en el abordaje de las patologías mentales en la infancia en colaboración con el departamento de Enseñanza, al margen del programa «Salut y Escola» que funciona desde el 2004. Una de sus líneas estratégicas es l abordaje del TDAH, con la creación de un protocolo que unifica los criterios para diagnosticarlo.
Además, los centros de salud mental han empezado a dar soporte a las unidades de escolarización compartida (UEC). Se trata de tutorías individualizadas fuera del centro escolar para garantizar la educación y adaptación de aquellos jóvenes de ESO con riesgo de marginación, rasgos de inadaptación social, con conductas agresivas, pre-delictivas o de otras de naturaleza similar. El objetivo es garantizar la prevención y deteccion precoz de posibles patologías en este alumnado.