Barcelona duplica los alumnos matriculados en FP en diez años pero un 33% no se gradúa

La primera radiografía del Ayuntamiento sobre educación postobligatoria dibuja dos ciudades.

De nuevo, otro estudio fotografía dos Barcelonas. La de Sarrià-Sant Gervasi, con la mitad de la población con estudios superiores y apenas un 2,3 % sin estudios. Y la Barcelona de Nou Barris, donde sólo un 12,4 % de vecinos tienen estudios superiores y los que no tienen estudios llegan al 7,3 %. Entre estas dos realidades, se extiende un abanico al que la ciudad responde con diferentes necesidades.

En Nou Barris, hay oferta de centros de Formación Profesional (FP) públicos (50%) y concertados (50%) y cero oferta de centros privados. En Gràcia y Sant Andreu, en cambio, no hay ningún centro público donde se ofrezca formación profesional, y en Sarrià-Sant Gervasi, la oferta pública representa un 12,5 %. Por primera vez, el Ayuntamiento de Barcelona ha elaborado un informe sobre Educación Postobligatoria, que corrobora que hay un desequilibrio territorial en la oferta de FP de la ciudad que según el comisionado de Educación, Miguel Àngel Essomba, «se debe estudiar para corregir».

En el Eixample, por ejemplo, donde el 40 % de los vecinos tienen estudios superiores, y el índice de vulnerabilidad de la población es bajo, apenas el 14 % de la oferta es pública, frente al 57 % de la oferta privada y el 28 % de oferta concertada.

En los últimos diez años, la matrícula de la Formación Profesional Superior se ha duplicado. Sube un 53 % en los centros públicos y un 25 % en los privados y concertados. Cuenta el autor del estudio, el ex teniente de alcalde ecosocialista, Ricard Gomà, que durante los años de la crisis, se dispararon las matrículas, porque era más difícil incorporarse al mercado laboral y además muchos universitarios cursaron un oficio como alternativa al paro. En cambio, en el último año, coincidiendo con la recuperación de la economía, se han estancado las matrículas. Es pronto todavía para confirmar si esta tendencia se mantiene.

Lo que más preocupa al Ayuntamiento de Barcelona es que un tercio de los estudiantes no acaba los estudios. Especialmente alarmante es la tasa de graduación del curso 2015-2016, la más baja de los últimos diez años.

Para el comisionado de Educación que los alumnos de FP acaben sus estudios es uno de los retos más importantes del Ayuntamiento en educación.

Mientras suben los alumnos de FP, las escuelas de adultos pierden un 10% de sus estudiantes.