Bel quiere dejar la dirección de JxSí, harto de la interferencia partidista

Bromeaba Lluís Llach en una de las primeras entrevistas que ofreció después de jurar el acta de diputado que una de las cosas más útiles que podía hacer en esta nueva etapa de su vida como político era llevar cafés a sus compañeros. Tras conseguir la reacción que esperaba del entrevistador, que riera y exclamara un «va, sabemos que estás estás haciendo una labor importante para que las negociaciones entre Junts pel Sí y la CUP no se vayan al traste», Llach admitió que «puedo hacer un trabajo de consenso». Con esta intención, sustituyó a Muriel Casals al frente de la comisión de estudio del Proceso Constituyente. Y con esta intención intervino ayer para que Germà Bel no dimita como miembro de la dirección del grupo parlamentario de JxSí y abra otra brecha entre CDC y ERC tras el rifirrafe en Girona.

Hace tres días, Bel puso su renuncia sobre la mesa del grupo parlamentario de JxSí, tal y como avanzó el digital «ElNacional.cat». El cabeza de lista de los soberanistas por Tarragona discrepa de la organización del grupo parlamentario. No le gusta que en sus reuniones haya representantes de las direcciones de CDC y ERC que no son diputados. Tampoco que haya miembros del Govern. Y está cansado de la lucha partidista entre convergentes y republicanos. Bel defiende que hay que evitar que los partidos se entrometan en el trabajo del grupo parlamentario. Como ejemplo puso el último pleno, en el que JxSí dio libertad de voto a sus diputados para votar la moción que reclamaba al Ayuntamiento de Tortosa que retire el monumento franquista que sigue en pie junto al Ebro. CDC votó en contra, mientras que ERC e independientes como Bel lo hicieron a favor. Tras este episodio, la dirección de JxSí decidió que, a partir de ahora, en las materias que no aparecen en el programa y haya discrepancias se de libertad de voto.

Bel también protestó hace unos días por el procedimiento utilizado por el Govern para nombrar a los altos cargos. Con un tuit, dirigido a ERC, lamentó que «un país en el que los órganos regionales de los partidos aprueban las listas de los candidatos a delegados territoriales de deparlamentos, no apunta bien».

Llach insistió ayer en que «intentaré impedir que se vaya», alegando que «su mirada es necesaria y prescindir de ella, me disgustaría». Junto a Llach intercederán Jordi Turull y Marta Rovira.