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Blanca Busquets regresa a la novela con «La fugitiva»

El nuevo libro de la escritora barcelonesa está protagonizado por una «mujer mala , aunque hay rayos de luz»

La autora se dio a conocer en 2003 con «Presó de neu»
La autora se dio a conocer en 2003 con «Presó de neu»larazon

La escritora y periodista Blanca Busquets regresa a la narrativa con su noveno título, «La fugitiva», protagonizada por una arisca y anciana mujer, de más de noventa años de edad, que solo mantiene una buena relación con su nieta Sònia, y que ya tenía su peso en la anterior novela, «Jardí a l’obaga».

La escritora y periodista Blanca Busquets regresa a la narrativa con su noveno título, «La fugitiva», protagonizada por una arisca y anciana mujer, de más de noventa años de edad, que solo mantiene una buena relación con su nieta Sònia, y que ya tenía su peso en la anterior novela, «Jardí a l’obaga».

En un encuentro con periodistas, Busquets señaló ayer que aunque no cree en «los malos», en esta ocasión el lector que se enfrente a su texto se topará con una mujer «mala, aunque hay rayos de luz».

La autora desveló que la mujer protagonista de su nuevo título, publicado por Proa, vive sola en un piso del barcelonés barrio de Sarrià, acompañada por unas asistentas a las que incluso deshumaniza, fisgoneando a algunos de sus vecinos, pero, «hay que buscar en sus padres y sabremos qué ha ocurrido para que sea como es».

Romperse al final

El personaje que ha creado es alguien que ha vivido a lo largo de la vida diferentes acontecimientos que la han marcado y que «acabará rompiéndose al final».

Asimismo dijo haberse sentido muy cómoda entrando en la piel de una mujer de estas características, ella que de joven estudió para ser actriz y que cuando escribe siempre acaba viviendo procesos de metamorfosis, y ha dejado claro, asimismo, que la historia funciona al margen del papel que jugaba esta fémina, de nombre Mireia, en «Jardí a l’obaga».

Por otra parte, en un par de capítulos de este libro aparece una cárcel, una institución que conoce bastante bien, puesto que durante unos años, a principios del siglo XXI, estuvo de voluntaria en el área de psiquiatría de una de ellas.

«Allí –subrayó– aprendí lo que no aprenderé en una vida, es el mundo a punto de ser servido, en toda su magnitud».

Como es habitual en sus novelas, también hay misterios y secretos y bastantes personajes secundarios. La autora catalana, que se dio a conocer al gran público con «La nevada del cucut», sostuvo que los secretos «son la salsa de la vida», mientras que ve a los secundarios «como la vinagreta de las ensaladas».

Traducida a idiomas como el ruso, el francés, el alemán, el inglés, el italiano o el castellano, la novelista ha desvelado que en las presentaciones que ha hecho en países como Rusia, Polonia o Italia, siempre hay alguien entre el público que le dice que «tal o cual personaje se parece a un conocido suyo». «Una vez –contó– estando en Turín, una mujer me dijo que era increíble cómo de bien había descrito lo que había ocurrido con la transformación de la montaña italiana, pero yo de lo que estaba hablando era de lo que pasó en la zona catalana. Aunque trate sobre sociedades diferentes, al final todos somos personas, y lo que nos pasa es universal».

Blanca Busquets, desde que se diera a conocer en 2003 con «Presó de neu», ha creado un imaginario propio, el mundo de la Carena, que tiene que ver con Cantonigròs, en la comarca de Osona, donde se retira para escribir o para pasear por sus entornos.

Preguntada por nuevos proyectos, la periodista de Catalunya Ràdio indicó que siempre tiene ideas por desarrollar y que espera acabar plasmando en un nuevo libro.