Colau proyecta que sólo puedan abrirse nuevos hoteles en los barrios periféricos

Su plan para regular las plazas turísticas en Barcelona pasa por prohibir la apertura de establecimientos en el centro, proteger los cascos antiguos y vetar el cambio de uso de edificios.

Quien animado por la euforia turística del Mobile World Congress estuviera pensando en abrir un establecimiento hotelero, mejor que improvise una sesión de «brain storming» para redirigir su negocio. Ocho meses después de que el Ayuntamiento de Barcelona impusiera una moratoria hotelera para repensar el modelo turístico, el equipo de Ada Colau presentó ayer una primera propuesta. Las condiciones para abrir un negocio hotelero son difíciles de cumplir. La idea de abrir un apartamento turístico queda descartada. No se darán más licencias.

En caso de hoteles, hostales, pensiones y albergues sólo se podrán abrir nuevos establecimientos en la periferia, en Nou Barris, Sant Andreu, Horta-Guinardó y en algunas zonas de Sattià-Sant Gervasi y Sants. Aunque los núcleos antiguos de los barrios y las zonas residenciales tendrán especial protección. No se podrán abrir negocios en calles de menos de ocho metros de ancho. Tampoco se podrá cambiar el uso de edificios de viviendas a hoteleros. Se estudiará, igualmente, la ampliación de plazas hoteleras en la Zona Franca, el 22@, La Sagrera y el barrio de La Marina.

En una segunda corona, más cercana al centro de la ciudad, en los extremos del Eixample, parte de Sants y de Sant Martí, sólo se podrán abrir nuevos establecimientos si hay bajas. Mientras que en la primera corona, en Ciutat Vella, la espina dorsal del Eixample, esto es entre Francesc Macià y Glòries, más o menos, y la Vila de Gràcia, que la pasada legislatura vivió un boom de hostales y albergues, no sólo no se podrán abrir más plazas hoteleras sino que si uno cierra no se reutilizará su licencia. La teniente de Urbanismo, Janet Sanz, bautizó esta modalidad como «decrecimiento natural». La propuesta del Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos PEUAT) se abre a debate. El 1 de marzo podrán aportar cambios los ciudadanos. El 10 de marzo se llevará a comisión y el 11 se llevará a exposición pública. Como siemprem Colau necesita el apoyo de otros grupos para aprobar el PEUAT.

Veto a los pisos turísticos

Ada Colau no dejará abrir más apartamentos turísticos, tal y como pedía la Asamblea de Barrios por un Turísmo Sostenible, que se manifestó el pasado sábado para decir «Stop al turismo de masas». Actualmente, hay unas 9.600 de pisos tutísticos. Queda todavía por decidir si las bajas se podrán sustituir por altas en el mismo barrio o si se fomentará la redistribución de licencias. La Asociación de Apartamentos Turísticos de Barcelona (Apartur) desdeñó la propuesta de Colau. Alega que «beneficia a las multinacionales» y «no redistribuye los beneficios del turismo entre los pequeños propietarios». El debate está servido.