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Con usted, mister

La Razón
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Da exactamente igual que un servidor, perico de pro, jamás se haya alegrado de sus muchos éxitos deportivos. En definitiva, usted era el entrenador, el magnífico director del mejor equipo de fútbol del mundo, pero que era nuestro rival histórico y esto del sentimiento balonpédico es así. Ahora usted es el director, el ejemplo para muchos que diputan el partido más importante al que se puede enfrentar un ser humano, el partido por la vida, el que hay que ganar si o si, con técnica, con estrategia, con resistencia, con cataplines, y con todo lo que hay que poner.

Es usted el ejemplo público para aquellos que se aferran a lo mas importante que tenemos, y ahí, entrenador, todos estamos a su lado, todos alentándole a seguir tanto por usted mismo, como por aquellos que se vean reflejados en usted. A buen seguro, cada uno de nosotros estará pensando ahora en alguien y ahí no hay colores. Los azulgranas le sienten suyo, pero también hoy los blanquiazules, los blancos, los rojiblancos, y todos los demás y si me apura los de la estelada, los de la cuatrobarrada, los de la rojigualda, todos somos hoy fanáticos incondicionales del equipo que lucha por la vida. Créame, no soy hipócrita y no aplaudiré ningún titulo del Barça, pero cuando sus jugadores vayan el año que viene a ofrecerle cualquier trofeo a usted y a los suyos, yo me pondré en pie frente al televisor para aplaudirles a ellos y a usted.

Ahí le quiero ver míster cuando acabe esta temporada y la otra y la otra y todas las que Dios quiera, usted celebrando los títulos con los suyos y nosotros celebrando que usted lo celebra.