El desafío independentista

Crece la división entre los defensores del derecho a decidir antes de la Diada

UGT reclama que no se despliegue una cadena humana bajo un lema independentista

Crece la división entre los defensores del derecho a decidir antes de la Diada
Crece la división entre los defensores del derecho a decidir antes de la Diadalarazon

Ninguno de los 32 delegados que un 12 de agosto de 1888 fundaron la Unión General de Trabajadores (UGT) pensó que aquella organización sindical acabaría al servicio de la independencia de Cataluña porque su objetivo no era otro que el de defender los intereses de la clase obrera. 125 años después, la UGT de Cataluña ha basculado notablemente hacia postulados catalanistas, pero todavía no abraza el independentismo. Por eso, ayer, en el aniversario de su nacimiento, el secretario general de la UGT de Cataluña, Josep Maria Álvarez, pidió que la cadena humana de la Diada no esté presidida por un lema independentista, sino por una reivindicación centrada en el derecho a decidir.

La petición de la UGT se suma a la de otras formaciones que tampoco ven con buenos ojos que se organice un acto aparentemente transversal en la Diada cuando, en realidad, ignora las sensibilidades de federalistas y confederalistas. Ni Unió Democràtica, ni Iniciativa per Catalunya abogan por la independencia de Cataluña y ya han pedido a la Assemblea Nacional Catalana (ANC) –organizadora de la cadena humana– que la movilización de la Diada no tenga un carácter separatista.

Pero su petición caerá en saco roto porque la ANC trabaja con el único objetivo de dar lugar a la secesión de Cataluña y no está dispuesta a realizar cesiones. Además, cuenta con el apoyo de Convergència –cuyos pesos pesados se convertirán en eslabones de la cadena humana– y, posiblemente, también con el del Govern, aunque el presidente de la Generalitat, Artur Mas, optará, a buen seguro, por repetir su estrategia en la última Diada.

El año pasado Mas se ausentó de la manifestación celebrada en el paseo de Gràcia, pero expresó su apoyo a la concentración e incluso dijo que estaría «presente en espíritu». De esta manera, trató de preservar su perfil institucional como presidente de todos los catalanes.

La previsible ausencia del presidente de la Generalitat, sin embargo, no puede presuponer que algún miembro del Govern acabe uniéndose a la cadena humana. Lo que está claro es que en esta ocasión no habrá miembros de la dirección de Unió Democràtica, que el año pasado acabó sumándose a última hora a la manifestación de la Diada.

La división entre CDC y UDC será, de nuevo, visible, al igual que la del PSC. Se prevé que miembros del sector crítico catalanista del Partit dels Socialistes se desmarquen de la cúpula de la formación, volviendo a colocar en apuros a su líder, Pere Navarro.

En cualquier caso y pese a las crecientes divisones entre los partidarios del derecho a decidir, los organizadores de la cadena humana para reivindicar la independencia están convencidos de que volverán a conseguir hacer una demostración de fuerza. En paralelo, los actos institucionales de la Diada en el parque de la Ciutadella podrían resentirse, ya que el PP medita seriamente ausentarse, al igual que C's, ambos críticos con el partidismo.