El desafío independentista
CSQEP se apunta a la cumbre del referéndum
Ciutadans teme que la confluencia de Podemos se convierta en «el tonto útil» del proceso soberanista en Cataluña
Ciutadans teme que la confluencia de Podemos se convierta en «el tonto útil» del proceso soberanista en Cataluña.
Si como muchos dicen el proceso soberanista está instalado en un bucle donde todo se repite, es de prever que Catalunya Sí que es Pot participe en la cumbre del referéndum del próximo 23 de diciembre y luego, con los meses, acabe desmarcándose. Muchos han visto en la mencionada cumbre un remedo del pacto nacional por el derecho a decidir (la plataforma que agrupó a partidos, sindicatos y entidades con el propósito de preparar la consulta del 9-N y que luego acordó dar carácter plebiscitario a las elecciones del 27-S en contra de la opinión de ICV). Su heredera, Catalunya Sí que es Pot (CSQEP), una confluencia de Podemos en la que ICV se ha diluido, está dispuesta a dar cuerda a la cumbre del referéndum a pesar de que no ha recibido por parte del convocante, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont.
«Asistiremos siempre a cualquier convocatoria que se nos haga, sobre todo cuando se trata de hablar del futuro del país y de problemáticas de interés general», afirmó el líder parlamentario de CSQEP, Lluís Rabell, en una entrevista a la Agència Catalana de Notícies.
La presencia de la confluencia de Podemos refuerza a Puigdemont, que conseguirá dar una imagen más transversal de sus planes soberanistas. Sin embargo, el Govern sabe que la izquierda alternativa se mueve en un terreno de calculada ambigüedad en este ámbito y no confía en que la órbita de Ada Colau acabe dando cobertura a una hoja de ruta independentista de carácter unilateral, que, probablemente, será el único camino que acabe escogiendo Junts pel Sí y la CUP ante la rotunda negativa del Gobierno a tolerar la autodeterminación de Cataluña.
La cumbre del referéndum abordará el calendario del proceso soberanista y su eventual aceleración en el caso de que se produzcan inhabilitaciones como la del presidenta del Parlament, Carme Forcadell, a quien el TSJC citará el próximo viernes para dilucidar si incurrió en los delitos de desobediencia y prevaricación en un pleno que pudo contrariar las sentencias del Tribunal Constitucional.
CSQEP apoya al mundo soberanista en este aspecto y ha hecho suyo el argumento de que el Gobierno está «judicializando la política». Sin embargo, a diferencia de Junts pel Sí y de la CUP, no contempla impulsar el derecho a decidir sin antes hallar seguridad jurídica a nivel nacional o internacional.
El El Secretario General de Ciudadanos (C’s) y diputado en el Parlament, Matías Alonso lamentó la participación de CSQP en la cumbre del referéndum y afirmó que espera que «Podemos no se convierta en el tonto útil» del proceso soberanista. Hasta el momento, la órbita de Colau ha preferido situarse al lado del mundo independentista (por ejemplo, en la Diada) y ha evitado colocarse enfrente con una postura alternativa.
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