Pintura
De 500 pesetas a 2,1 millones de euros
La Fundació Dalí compra el retrato de Anna Maria Dalí pintado por su hermano que permanecía en manos privadas desde 1925
Si el empresario de Joaquim Cusí levantara hoy la cabeza no daría crédito. La compra que hizo en 1925, uno de los mejores óleos del joven Dalí que hasta ahora permanecía en manos privadas, por un valor inicial de 500 pesetas, ayer subió hasta los 2,1 millones de euros. Esa es la cifra final que ha pagado la Fundació Gala-Salvador Dalí en una subasta celebrada ayer en la casa londinense Bonhams.
«Figura de perfil (La hermana Anna Maria)» es un maravilloso retrato de Anna Maria Dalí, la primera gran modelo del artista ampurdanés. Realizado en 1925 fue en ese año cuando se expuso por primera y única vez en las míticas Galeries Dalmau de Barcelona. En esa galería, regentada con mano maestra por el marchante Josep Dalmau, lo compró el empresario Joaquim Cusí, asesorado por Salvador Dalí i Cusí, el notario de Figueres que tenía un hijo que empezaba a convertirse en algo más que una gloria local. Esas notas del padre del pintor se conservan hoy en el Centre d’Estudis Dalinians de Figueres.
La Fundació Dalí aseguró ayer en una nota que la adquisición de este óleo se valora «muy positivamente» porque contribuye a enriquecer la colección de esta institución, además de permitir ampliar el conocimiento de la técnica pictórica de Dalí en los años previos a su triunfal llegada al movimiento surrealista de André Breton.
No es la primera pieza de aquella exposición en las Dalmau que compra la Fundació Dalí. En este sentido cabe mencionar que en 2009, se compró «Figura de espaldas», también de 1925, que pudo verse en la legendaria galería del Passeig de Gràcia.
Hablamos de una etapa en la que Anna Maria Dalí está presente en buena parte de la producción plástica del pintor, especialmente en los dos importantes óleos con la modelo de espaldas y que pueden verse hoy en las colecciones del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid.
Es un Dalí que busca su camino, que no oculta su deuda con el Picasso neoclásico, aunque a veces también podemos encontrar guiños de la etapa cubista del genio surrealista. Son los cuadros con los que conquistará al público y la crítica, además de iniciar su primer asalto en Madrid de la mano de sus amigos de la Residencia de Estudiantes, con Federico García Lorca, Luis Buñuel y Pepín Bello a la cabeza.
El cuadro fue pintado por Dalí en la casa familiar de Es Llané, en Cadaqués. Anna Maria aparece con el vestido veraniego que luce en algunos otros trabajos de este periodo. Su característico peinado, con esos tirabuzones que tanto gustaron a Lorca, son una de las marcas con las que podemos identificar a la primera modelo de Salvador Dalí.
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