El amor llama a la puerta... otra vez

Lolita y Luis Mottola protagonizan la comedia «Prefiero que seamos amigos» en el Goya.

El amor necesita contexto o, a falta de ello, belleza. Un beso apasionado, dentro de una historia que le dé motivo y significado, es atractivo y romántico. Un beso apasionado, sin esa dirección, no es más que una irrupción animal desagradable y violenta. Pensemos en dos cincuentones. Hace mucho que no se ven, muchísimo, pero se reencuentran por sorpresa tras separarse en su adolescencia a causa de la guerra. De repente, allí están, 40 años después. Se reconocen, el corazón se detiene, y, sin que medie palabra, corren desesperados a abrazarse con el temor de que no sean reales, de que sea un espejismo, pero no lo es, y se alcanzan y se besan como si no existiese mañana. El beso es bonito. Si quitamos esta ecuación y sólo vemos, sin ninguna historia detrás, a dos cincuentones besándose hasta sacarse los ojos, la imagen es diferente. Lo único que los salvaría es que los dos fuesen bellos, la belleza lo arregla todo, ¿pero quién es bello a los 50? En realidad, mucha gente, muchísima, si se conoce su historia.

El Teatre Goya acoge hasta el 7 de enero la comedia «Prefiero que seamos amigos», un firme y convencido alegato, entre risas cómplices, de que las mujeres, a partir de los 50, no sólo no son invisibles, sino que es importantísimo que se las vea, es imperativo, y más importante todavía, que se hagan ver. Lolita Flores protagoniza una historia que irradia corazón y ganas de vivir en su regreso a los Goya después del éxito de «La plaza del Diamante» «Es una obra con mucho humor sobre el amor maduro, que demuestra que los tópicos no siempre son verdad y a partir de los 50 no somos tan invisibles como dicen», asegura la actriz y cantante.

Lolita es aquí Claudia, una mujer que decide declarar su amor a Valentín, su mejor amigo, del que lleva cinco años enamorada pero al que nunca se ha atrevido a confesar su amor. Él es el característico Don Juan, y le encanta ir a ver a su amiga, pedir una pizza y compartir sus correrías. Por eso, cuando Claudia le confiesa sus sentimientos, el de manera torpe sólo sabe decir, «prefiero que seamos amigos». A partir de aquí, los equívocos, las situaciones cómicas y la posibilidad de que un nuevo mundo se abra a sus pies le harán ver que, quizá, el amor bien merece la pena.

El actor español de origen argentino Luis Mottola interpreta a Valentín, que consigue una gran química con Lolita, lo que hace más entrañable y cercana su relación, bajo la experta dirección de Tamzin Townsend. «Me siento identificada, en parte, con Claudia porque yo también soy independiente y temperamental. Eso sí, yo soy más lanzada», comenta la actriz, asegurando que nunca hubiera tardado cinco años en declarar su amor, «lo hubiese hecho al minuto».

La obra, que ya pasó con éxito por Madrid y Zaragoza, es una conocida comedia francesa de Laurent Ruquier, que aquí llega energizada por el talento y el carisma de Lolita. «Por encima de todo, queremos transmitir buen rollo y buena energía, porque ya tenemos bastantes dramas en la calle y la tele», concluye.