El ex responsable de Prisiones admite irregularidades en Quatre Camins

BARCELONA- El ex secretario general de Servicios Penitenciarios Albert Batlle admitió ayer un «procedimiento irregular» en el traslado de los presos que lideraron el motín de la cárcel de Quatre Camins en 2004. En el juicio que se celebra por esta causa, Batlle dio a entender que hubo malos tratos por parte de los funcionarios a los internos.

Batlle explicó ante el juez que las lesiones de algunos presos «no eran compatibles con un uso adecuado» de los medios coercitivos. También admitió una «entrada indiscriminada» de funcionarios fuera de servicio en la cárcel, por lo que se rompió la cadena de mando. El ahora director adjunto de la Oficina Antifraude de Cataluña compareció como testigo en un juicio en el que se piden para nueve empleados de Quatre Camins penas de entre un y ocho años de prisión, por presuntas agresiones a los internos que lideraron el motín.

«Orden incumplida»

Aseguró que tras el motín denegó la entrada en la prisión de funcionarios que no estuvieran de servicio. Sin embargo, entraron más de 200, según se señaló en el juicio. «Visto lo visto, esta orden no fue transmitida o, en cualquier caso, no fue cumplida», añadió Batlle.

Esta versión fue desmentida por el entonces subdirector general de Régimen y Servicios Penitenciarios, Manuel Roca, que señaló que el comité de crisis creado por el motín autorizó la entrada de funcionarios del centro y añadió que incluso les pagaron las horas extra que trabajaron. «Los que no podían entrar eran empleados ajenos a Quatre Camins», puntualizó Roca, antes de admitir que se produjo un «cierto descontrol».

Batlle explicó que no fue hasta el 17 de mayo de 2004, 17 días después del motín, cuando supo que algunos presos habían sufrido heridas. Ese día le llegó un informe interno en el que se apuntaban indicios sobre supuetas agresiones a presos durante el proceso de entrega de los reos amotinados a los Mossos d'Esquadra. Tras percatarse de estos hechos, aseguró que encargó la apertura de una investigación reservada, que concluyó en que habían existido «conductas irregulares», sin responsabilizar a nadie en concreto. Concretamente, dijo que habían salido 20 internos lesionados de Quatre Camins, antes de ser trasladados a otras prisiones.

Por su parte, el ex jefe de servicio de centros de Servicios Penitenciarios, José Luis Valdivieso, dijo que cualquier interno debía pasar por el centro de la cárcel, donde un día posterior al motín se manifestaron los funcionarios para pedir mejoras laborales. Por este motivo, las acusaciones insistieron en saber si en aquel momento se vivía en la cárcel un «vacío de poder», sin más autoridad en ese momento que la de los propios funcionarios. Batlle insistió en que el equipo directivo del centro cumplió «perfectamente».