El desafío independentista

El Govern no frenará el camino hacia la consulta aunque el PSC se descuelgue

Mas, ayer, presidiendo la reunión semanal del Govern
Mas, ayer, presidiendo la reunión semanal del Governlarazon

Un día después de la cumbre catalana para impulsar el denominado derecho a decidir, el Govern de Artur Mas analizó la reunión para extraer conclusiones. La fundamental es que el proceso soberanista seguirá adelante con independencia de que el PSC lo apoye o lo rechace. Su colaboración, vino a decir ayer el Govern, no es imprescindible porque, al fin y al cabo, ya hay una mayoría parlamentaria –la de CiU y ERC– que legitima la reivindicación de la consulta. «No pararemos todos las máquinas para que el PSC solucione sus problemas internos», afirmó el portavoz de la Generalitat y consejero de la Presidencia, Francesc Homs. De esta manera, el Govern rechazó todas las condiciones planteadas por el primer secretario del PSC, Pere Navarro, para seguir siendo partícipe del proceso.

Navarro reclamó al Govern que ponga fin a la creación de estructuras de estado, que adopte un comportamiento «neutral» en el proceso para convocar una consulta y que no prefigure que la mayoría de catalanes desea la independencia. Ninguno de estos puntos fue tomado en consideración. «Un gobierno, por definición, no puede ser neutro en un proceso político cuando emana de un Parlamento», resolvió Homs, que tan sólo realizó una concesión, la más sencilla de todas: mantener una actitud dialogante para ponerle las «cosas fáciles» a los socialistas catalanes.

Sin embargo, esa actitud no se traducirá en ninguna renuncia por parte de un Govern que, hay que recordarlo, está completamente condicionado por su pacto con ERC. «Lo que no hará una gran mayoría parlamentaria –dijo Homs incluyendo a ICV– es acoplarse al programa de los socialistas»

La fractura socialista

Así las cosas, parece complicado que el PSC dé cuerda al «pacto nacional por el derecho a decidir», ya que el Govern no está por la labor de atender sus demandas. De hecho, después de varias semanas elogiando los movimientos de la dirección del PSC a favor del derecho a decidir, el Govern cambió su discurso y se dedicó a hurgar en las heridas internas de los socialistas después de la andanada que Carme Chacón soltó a Pere Navarro a través de una carta abierta.

«El PSC tiene una posición muy compleja pero no podemos estar pendientes de que resuelvan sus situaciones internas. Veo más el problema dentro de la casa del PSC porque en determinados momentos en los últimos meses han votado que sí, otras que no y otras veces se han abstenido», recordó Homs con el ánimo de subrayar la errática trayectoria de los socialistas catalanes.

Ahora el Govern intentará incorporar a «todo tipo de entidades» al «pacto nacional por el derecho a decidir» con el objetivo de «ensanchar» la base favorable a la consulta. No hay calendario para esta fase, pero sí que hay fecha para crear una comisión parlamentaria específica sobre el derecho a decidir: será hoy mismo, cuando se votará en el pleno del Parlament de Cataluña.

En todo caso, para no bloquear por completo las propuestas socialistas, el Govern ofreció que el consejo asesor para la transición nacional estudie la vía federal que abandera el PSC, partidario de llevar a cabo una reforma de la Constitución con el propósito de hacer evolucionar el Estado de las Autonomías. No obstante, se trata de una mera medida de cortesía porque el objetivo de CiU y ERC es la consecución del estado propio para Cataluña.

El portavoz de la Generalitat quiso recordar que ya hay «mucha literatura» sobre el federalismo, dando a entender que no hay mucho más que explorar en esta vía, que para los nacionalistas catalanes no tiene salida, ya que no existen federalistas a nivel español.