Infraestructuras
El Govern quiere negociar la deuda con los bancos para culminar la L9
El objetivo es liberar 200 millones de euros anuales para construir el tramo central del ramal.
El objetivo es liberar 200 millones de euros anuales para construir el tramo central del ramal.
La línea L9 del Metro de Barcelona, cuando esté totalmente finalizada, habrá supuesto una inversión aproximada de 16.000 millones de euros. La obras hechas hasta el momento han costado a la Generalitat cerca de 6.000 millones, y aún quedan por ejecutar otros 1.200 millones. A ellos hay que sumar los gastos financieros, cánones e intereses, que se pagan a bancos, constructoras y fondos de inversión.
A ellos el Govern presentará en el último trimestre de este año una propuesta de reestructuración financiera con el objetivo de que rebajen los intereses. «Estamos pagando elementos al 8%. Es impensable», declaró el conseller de Territorio y Sostenibilidad, Josep Rull, en una entrevista a Europa Press. Explicó que la Generalitat ha aportado este año 450 millones a esta línea y que 250 millones se han destinado a pagar los cánones de estaciones, algunas de las cuales no están en funcionamiento. «Tenemos la obligación de ahorrar dinero», dijo Rull.
200 millones anuales
Con este plan de reestructuración financiera, se persigue liberar 200 millones de euros anuales durante cinco o seis años para ejecutar obra nueva y poner en funcionamiento el tramo que queda por construir, los 16,7 kilómetros que van desde la Sagrera a Zona Universitaria, con lo que se unirían los dos extremos de la L9 puestos ya en marcha.
«El presupuesto de la conselleria de Territorio es de 1.500 millones y la L9 se lleva 450. Si resolvemos esta infraestructura desencallamos un problema que afecta a toda Cataluña», agregó Rull.
El tramo central de la línea 9 que queda por abordar tendrá un coste aproximado de 1.200 millones. A ellos hay que sumar los sobrecostes derivados de la paralización de las obras, pues aún hay dos excavadoras paradas en el subsuelos y un túnel a medios construir.
Rull reconoció que cuando se empezó a acometer la L9 se tuvo que empezar por el tramo central, ya que empezar por los extremos ha hecho que no se capte toda la demanda potencial.
Sobre el ramal sur, La L10 que debe unir el Gornal con la Zona Franca, se prevé que las obras culminen el año que viene.
El Ayuntamiento de Barcelona ha ayudado a financiar esta obra, una de las más demandadas por la ciudadanía. El consistorio se hará cargo de dos estaciones del ramal que, por cierto están aún por decidir. Y el Govern aportará los recursos financieros para abordar el resto de la infraestructura.
✕
Accede a tu cuenta para comentar