Crisis del PSOE
El PSC descarta divorciarse del PSOE en la próxima votación sobre la consulta
ERC pedirá la semana que viene en el Congreso «respeto» al proceso soberanista. Navarro y Zaragoza acuerdan el voto unitario y no caer en la trampa de Junqueras
Cuando aún colea la riña fraternal que PSC y PSOE tuvieron hace dos meses, después de que los de Pere Navarro optaran por romper la disciplina de voto en el Congreso para apoyar una propuesta a favor del derecho a decidir, Esquerra volverá a poner a prueba a los socialistas. La semana que viene llevará al pleno otra votación sobre la consulta soberanista, en la que reclama «respeto» a las decisiones del Parlament de Cataluña adoptadas democráticamente y a la voluntad del pueblo de Cataluña expresada en las runas.
Aunque los socialistas catalanes, «a priori», se emplazaron a analizar el contenido de la moción de Esquerra, esta vez no se desmarcarán del PSOE. Pere Navarro y José Zaragoza, que tras la otra votación tuvo que dejar su cargo como secretario general adjunto segundo del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso, el cuarto cargo más importante en rango, comieron juntos la semana pasada en Barcelona y acordaron que no protagonizarían otro acto de rebeldía. Que votarían junto al PSOE, con el pretexto de que no caerán en la trampa que consideran que les plantea Esquerra cada vez que proponen una votación en el Congreso sobre la consulta.
La moción en cuestión es consecuencia de una interpelación que los republicanos debatieron en el pleno de la semana pasada sobre «el respeto a los valores democráticos del proceso soberanista». Además de exigir «respeto» a la voluntad democrática de Cataluña, la moción de Esquerra pretende denunciar la supuesta «guerra sucia» por parte de instituciones del Estado, como el supuesto aumento de agentes del Centro Nacional de Inteligrancia (CNI) en Cataluña. De los cuatro puntos en que se divide la propuesta, los tres primeros se centran en el espionaje. Pide que se realice una investigación sobre la actuación del CNI para impedir el avance del independentismo. Reclama también que ni el CNI ni otro organismo vinculado con las fuerzas de seguridad intervenga en las decisiones del Parlament y que los indicios de delito cometido por cargos electos sean investigados con previa autorización judicial, pero que el CNI no se ponga a hacer seguimientos «por el color de las ideas».
Protocolo antes de verano
La última y única vez en 35 años de matrimonio que el PSC rompió la disciplina de voto en el Congreso, hace dos meses, alegó que lo hacía por «coherencia», porque la resolución a favor del derecho a decidir de los catalanes se ajustaba a su discurso y a su programa electoral. Pero el acto de rebeldía de catorce diputados del PSC en Madrid marcó un antes y un después. Los socialistas tratan ahora de reconducir su relación. De hecho, en el congreso que aupó a Pere Navarro a la primera secretaría, aprobó el mandato de negociar con el PSOE un nuevo protocolo de relaciones en las Cortes que permita que el PSC pueda votar diferente en los asuntos catalanes si no es posible el acuerdo entre ambos partidos. Prevén tenerlo antes de verano.
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