Mossos d'Esquadra
El rastreo de los teléfonos dará los nombres de los jefes del vandalismo
La identificación, mediante la triangulación de las llamadas telefónicas, mensajes y twitter, permitirá a los Mossos d’Esquadra la identificación de los cabecillas de los grupos que han protagonizado acciones de terrorismo callejero, de extraordinaria violencia, durante las últimas noches en el barrio de Gràcia de Barcelona.
Expertos en el combate de este tipo actividades delictivas no dudan de que el cuerpo policial autonómico ya ha emprendido este tipo de investigaciones.
El director general de los Mossos d’Esquadra, Albert Batlle, dijo ayer que eran unas «cincuenta personas enormemente violentas y organizadas» las que habían protagonizado los disturbios ocurridos el miércoles, en la tercera noche consecutiva de protestas tras el desalojo del conocido como el «banco expropiado».
Sin embargo, según las citadas fuentes, la experiencia demuestra que, aunque se trate de medio centenar de individuos, son dos o tres los cabecillas los que se ocupan de dirigir el vandalismo callejero, apoyados a su vez por otras personas que les informan de la situación y movimientos de las patrullas policiales.
La identificación, y posible detención de estos individuos, una vez que se puedan acreditar con las pruebas técnicas necesarias su papel dirigente, resulta fundamental para frenar lo que constituye una escalada de violencia callejera y desmantelar el entramado organizativo que el grupo pueda tener.
Lo que no se puede, agregan, es caer en la trampa, que es bastante habitual si se escuchan las declaraciones de ciudadanos, de que estamos ante un fenómeno de acción-reacción por la actuación de las Fuerzas de Seguridad, cuando ocurre justamente lo contrario.
Los Mossos acuden para salvaguardar el orden público, proteger, en la medida de lo posible, los bienes públicos y privados e identificar y detener a los que protagonizan las acciones delictivas.
También hay que tener en cuenta que hasta ahora, los Mossos d’Esquadra han desarrollado su trabajo contra el terrorismo callejero en medio de una gran indefensión y falta de apoyo. A esta situación ha puesto fin el consejero de Interior, Jordi Jané; el citado director del cuerpo policial autonómico y, en general, los partidos políticos democráticos salvo los que se mueven en el entorno de la CUP y del propio Ayuntamiento de Barcelona, con su titular Ada Colau, a la cabeza.
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