Barcelona
ERC empuja a CiU a hacer la consulta en 2014 a cambio de asumir recortes
Los convergentes se resisten a poner fecha porque no quieren encorsetar el proceso
La Generalitat se prepara para afrontar el próximo año los mayores recortes de su historia y ERC se prepara para dar su voto afirmativo a unos presupuestos que sólo se pueden calificar de draconianos, ya que el plan de ajuste alcanzará al menos los 4.000 millones. Un plato de mal gusto si no fuera porque Esquerra va a ofrecer al electorado independentista algo parecido al mejor de sus sueños. «Un acuerdo con ERC debe contemplar el referéndum en el año 2014 y unas cuentas sin una gota de recorte ideológico», advirtió ayer el secretario de Comunicación de Esquerra, Oriol Amorós.
La fecha de la consulta sobre la autodeterminación de Cataluña está entorpeciendo las conversaciones entre CiU y ERC para sellar un pacto de legislatura, pero Esquerra tiene la sartén por el mango para salirse con la suya y obligar a la federación nacionalista a comprometerse a activar la cuenta atrás de dos años. Los convergentes se resisten porque antes de poner fecha quieren tener atado algún tipo de apoyo internacional a la convocatoria, ya que todas las partes son conscientes de que no lo van a tener por parte del Gobierno, que no se prestará a vulnerar la Constitución y permitir la secesión de Cataluña.
A cambio de promover el referéndum antes de finalizar 2014, ERC está dispuesta a asumir que las estrecheces de la Generalitat y el objetivo de déficit del 0,7 por ciento en 2013 obligan a volver a pasar la tijera, pero siempre descargando las culpas sobre el Estado. «ERC es muy consciente de las dificultades económicas que sufre Cataluña, con unas finanzas muy limitadas y una Generalitat asfixiada, no sólo por la crisis, sino sobre todo por las deudas impagadas del Estado, que son enormes, y también por un expolio fiscal insoportable», argumentó Amorós.
Es previsible que CiU y ERC cierren su acuerdo a finales de esta semana y que la semana que viene se constituya el Parlament. Entretanto, los consejos nacionales de ambas partes deberán ratificar un pacto que también incluirá la creación de algún tipo de órgano para establecer relaciones permanentes entre los socios de legislatura. El problema de este frente nacionalista es que el otro gran promotor del derecho a decidir, ICV, comienza a ver con cierta irritación que este proceso se impulse en exclusiva entre CiU y ERC. «Es un error porque degrada el proceso», advirtió Joan Herrera, dejando entrever las primeras grietas entre los partidarios de la autodeterminación.
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