Gene Simmons avisa: «Kiss vendrá aquí a dar una patada en el culo»

El festival Rock Fest presenta su programación con el bajista más famoso del heavy metal.

A Marcos Seoane le gustaba el rock duro, le gustaba incluso decir rock duro, «¡¡me gusta el rock duro, yeah!!» Si te gustaba de verdad, pensaba Marcos, no decías nunca heavy metal, eso era de niñatos. Él no era más que un chaval, pero a los 16 años se tatuó la cara de Gene Simmons, de Kiss, sacando la lengua en el brazo derecho. Por supuesto, no tenía edad para algo así, pero engañó a su tatuador con un DNI falso. El nombre que ponía era el de Gene Simmons, pero nadie lo miró tanto.

Marcos estaba loco por Kiss. Los fines de semana se pintaba la cara para parecerse a sus ídolos e imaginaba que estaba sobre un escenario. Cogía una raqueta como si fuese una guitarra y hablaba con el tatuaje de su brazo como si fuese parte de la banda. A los 17 se tatuó a Paul Stanley en su brazo izquierdo y se imaginaba en Las Gaunas tocando para 30.000 personas. «¡Quién ama al rock duro!», gritaba. «¡¡¡No los oigo, Stanley, qué les pasa!!!», decía a su brazo izquierdo. «Eso digo yo, Gene ¡¡ROCK DURO!!», gritaba al derecho y el público se volvía beaucoup chiflado.

Poco antes de cumplir 18 años, su madre descubrió los tatuajes que tenía su niño en los brazos y llamó a su padre indignada. «¡Tú sabías esto!», exclamó con sangre en los ojos, «¡son los malditos Kiss!». El padre sonrió, guiñó a su hijo, y dijo: «Claro qué sé que son Kiss, son la mejor banda del mundo», dijo, «¡viva el rock duro!», y se marchó. Su madre, estupefacta, perdió los nervios, le pegó un puñetazo a Gene Simmons en los morros y gritó «y tú no me mires así». Marcos le pidió perdón al instante. «No te preocupes», dijo su brazo, «yo también tengo madre». Marcos estaba realmente loco por Kiss.

Un festival muy duro

El mismísimo Gene Simmons, el bajista más famoso de toda la historia del heavy metal, y la lengua más puntiaguda que ha existido nunca sobre un escenario, pasó ayer por Santa Coloma para presentar lo que promete ser la edición más legendaria de la historia del RockFest. «Llevamos tocando juntos más de 44 años y seguimos fuertes. Que nadie lo dude, Kiss se encuentra bien, no estamos despidiéndonos. Vendremos en julio a España a patear un par de traseros», aseguró ayer Simmons.

El Rock Fest, que se celebrará el 5, 6 y 7 de julio en el parque de Can Zam, en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), reunirá en su quinto aniversario a algunas de las agrupaciones más míticas de la historia del rock, como Kiss, Judas Priest, Megadeth, Halloween, Scorpions, Ozzy Osbourne o los españoles Mägo de Oz. «Es un cartel impresionante que no pasa cada día y en el que cada banda subirá al escenario a darlo todo para sus fans, que son los que nos permiten seguir haciendo esto y sin los que no seríamos nada. Estamos deseando tocar para vosotros», señaló Simmons antes de despedirse.

El cartel lo completan más de cuarenta bandas, nacionales e internacionales, con nombres que van de Accept a Bourbon Kings, Dee Snider, de Twisted Sister, Mohinos Escozios, Porretas, Vixen o Uriah Heep. «Es un festival internacional de referencia de este género musical», aseguró Inés Quintana, miembro de la promotora RockNRock, que organiza el evento.

El festival cuenta con dos escenarios enfrentados que van alternando sus actuaciones. En la organización no hay duda de que se podrá superar los 70.000 asistentes que hubo en la edición anterior. El rock duro es un género que se transmite de generación en generación y el año pasado, por ejemplo, acudieron al festival más de 700 niños. De esta forma, todos los menores de 12 años podrán asistir gratuitamente al festival acompañados de un adulto. Además habrá zona de restauración y firma de discos.