Salud

«Incluso para ir por la calle deberíamos ponernos protección solar»

Entrevista a Eva Muñoz, oncóloga y coordinadora de tumores cutáneos del hospital Vall d’Hebrón

Eva Muñoz, oncóloga y coordinadora de tumores cutáneos del hospital Vall d’Hebrón
Eva Muñoz, oncóloga y coordinadora de tumores cutáneos del hospital Vall d’Hebrónlarazon

«Hay que luchar para que el concepto de bronceado no se asocie a salud o belleza», dice Eva Muñoz, oncóloga y coordinadora de tumores cutáneos del hospital Vall d’Hebrón.

–¿Qué es el melanoma?

–Es un tumor maligno cuyo origen habitualmente tiene lugar en piel o mucosas -sobre todo la piel que recubre la boca, la vagina, los oídos por dentro...-, aunque es verdad que hay entre un 5 y un 10% de pacientes que debutan con enfermedad en otro órganos y no encontramos el tumor primario, y lo que genera es un crecimiento maligno de las células epiteliales, que crecen de manera desmesurada.

-¿Cuáles son sus causas y sus factores de riesgo?

-La más conocida es la exposición solar. De hecho, se estima que en torno a un 80% de los melanomas se podrían prevenir si realmente hiciéramos una buena protección ante el sol. Hay otras causas: un 5% de melanomas tienen un componente genético y otros factores de riesgo, ya menos establecidos, posiblemente sean los hábitos de vida, como el estrés, la falta de ejercicio...Otro factor de riesgo son las cabinas de UVA, donde el daño puede ser exactamente el mismo que exponernos al sol sin protección. Además, las personas con piel y ojos claros y más de cien pecas en la piel, así como con antecedentes familiares, tienen más riesgo de sufrir un melanoma

– ¿Cuál es su incidencia?

-Aquí en España se estima que al año hay entorno a unas 5 mil personas que se diagnostican de melanoma en general y sabemos que entorno a un 5% de las personas fallecen por esta causa. El melanoma no es el tumor cutáneo más frecuente y representa únicamente entre un 4 y un 10% de los tumores cutáneos que diagnosticamos en España, pero sabemos que 10 de cada 10 mil habitantes tendrán un melanoma y que en torno a 2 o 3 pacientes por cada 100 mil habitantes fallecerán por este tumor en España. Es decir que el melanoma no es el tumor cutáneo más frecuente, pero claramente es el más letal. Es verdad que la incidencia ha aumentado claramente, por motivos relacionados con los hábitos de vida y por la degernación de la capa de ozono, pero también es verdad que la mortalidad no está aumentando a la misma velocidad que la incidencia gracias a los nuevos tratamientos.

–¿Cómo se puede prevenir?

– Hay que ponerse protección solar siempre en horas de sol -en verano por ejemplo de las 7 horas a las 21 horas-, menos de factor 30 es muy bajo y lo ideal son 50 si vamos a exponernos mucho rato al sol. Otra manera de protegernos es evitar las horas de sol, de manera que entre las 11 y las 15 horas no deberíamos exponernos directamente al sol. Además, la protección solar no ha de ponerse una única vez al día, ya que los factores protectores están pensados para proteger durante un tiempo limitado, así que cada hora y media hay que volver a ponerse protección solar. Y también se recomienda ponérsela 30 minutos antes de ponerse al sol, porque si no no hay una absorción correcta. Incluso para ir por la calle deberíamos llevar protección solar. Por último, es importante recordar que no solo en verano hay riesgo, sino que el sol de montaña quema igual que el sol de playa, por lo que hay que protegerse cuando se va esquiar, por ejemplo.

– ¿Cómo se diagnostica?

–Lo más frecuente es que el paciente note una lesión cutánea, que ha cambiado de forma, ha aumentado de tamaño, se ha ulcerado y empieza a sangrar, pica, molesta, aparece de manera brusca, tiene un color negruzco... y esto habitualmente deriva en una visita al dermatólogo, que con la lente de hendidura puede ver la piel con mucho aumento y cuando la lesión no acaba de ser clara o es sospechosa, se acaba haciendo una biopsia. Si la biopsia confirma el diagnóstico, lo primero que hay que hacer es quitar esa lesión y luego hacer una segunda intervención, en la que se amplía un poco los márgenes, es decir que no sólo se quita la lesión, sino también el borde de alrededor, con un margen de seguridad para garantizarnos que la piel ha quedado sana, y a veces también hacemos una prueba para mirar si los ganglios donde drena esa piel están afectos. En ocasiones, hay pacientes que no debutan con una lesión cutánea, sino con otros síntomas según la zona donde el melanoma está haciendo daño. Es la misma célula que viene de la piel pero que vía sanguínea ha conseguido llegar a cualquier zona del organismo; es lo que conocemos como metástasis

–¿Hay varios tipos de melanoma?

– Sí, conocidos hay cuatro tipos en función del patrón de crecimiento y de la expresión. En cualquier caso, a día de hoy el tratamiento es el mismo para todos los subtipos de melanoma. Si está localizado el tratamiento se concreta en la cirugía y comprobar si los ganglios están afectados y si hay metastasis, los tratamientos aprobados son iguales para todos los melanomas. La quimioterapia ha quedado desfasada y básicamente estamos hablando de dos tratamientos: la inmunoterapia, que ha supuesto un cambio revolucionario en melanoma, gracias al cual hay pacientes que hacen respuesta completa y se curan, otros que viven durante muchos años y hay quien tiene la enfermedad controlada durante mucho tiempo; y la terapia dirigida, que está solo indicado para aquellos pacientes que tienen una mutación en una proteína, algo que solo sucede en el 45% de los pacientes que tienen un melanoma metastásico.

–¿Ha aumentado la supervivencia?

– Claramente. Hasta hace 5 o 6 años, como no teníamos ni inmunoterapia ni terapia dirigida, la supervivencia media era en torno a seis meses, porque les dábamos quimioterapia, que no acababa de controlar la evolución del tumor. Pero en 2005 aparecieron estos nuevos tratamientos revolucionarios, que ofrecen altas tasas de respuesta y durante mucho tiempo, incluso hay pacientes que están libres de enfermedad a diez años de haber empezado el tratamiento. Ahora la media de supervivencia gracias a la inmunoterapia y la terapia dirigida nos habla de que al año en torno al 70% de los pacientes están vivos, el 55% están vivos a dos años y a partir del tercer año, en torno al 30 o 35% siguen vivos. Esto es algo nunca visto en oncología en general. No hay ningún tumor que a día de hoy tenga esa supervivencia

–¿Hacia dónde va la investigación?

– Va en estos dos campos. Es verdad que los fármacos que tenemos son muy buenos pero la investigación va sobre todo hacia las combinaciones, tanto entre diferentes agentes inmunoterápicos como entre la inmunoterapia y la terapia dirigida. Los esfuerzos van en intentar juntar productos para ofrecer mayor beneficio al paciente, intentando no añadir mayor toxicidad al tratamiento.

-¿Cómo son los efectos secundarios de estos tratamientos?

– Son todos muy llevaderos y manejables y permiten al paciente hacer una vida bastante normal.

–Explíqueme la frase: «la piel tiene memoria»

– La piel no olvida. El daño que le hacemos este órgano lo recuerda, por eso hay gente que tiene quemaduras en la infancia y tiene un melanoma a los 50 años. Hemos de luchar a nivel de sociedad para que el concepto de bronceado no se asocie a salud ni a belleza.