Bruselas
Junts per Catalunya descarta un pacto para que C’s presida el Parlament
Pero no la vicepresidencia para los de Arrimadas que mantiene conversaciones con JxCat y el PSC.
Pero no la vicepresidencia para los de Arrimadas que mantiene conversaciones con JxCat y el PSC.
Por Twitter, digitales y en papel, se pide cintura a los políticos que tras el 21-D tienen la responsabilidad de redibujar el Parlament de Cataluña y formar un nuevo Govern. Pero las heridas en uno y otro bloque no están cerradas y amenazan con provocar un nuevo bloqueo en la designación del futuro presidente de la Generalitat. Antes de adentrarse en esta negociación, toca pactar la Mesa del Parlament. Los partidos políticos tienen dos semanas para llegar a un acuerdo, los días que quedan para la sesión constitutiva que se celebrará el 17 de enero y en la que ya se escoge la nueva Mesa.
Primero, Inés Arrimadas desde su tierra, Jerez de la Frontera, y luego, su mano derecha, el portavoz parlamentario de Ciudadanos, Carlos Carrizosa, han mostrado sus cartas. Lo apuestan todo a presidir la Mesa del Parlament, tras constatar que pese a haber ganado las elecciones, las posibilidades de constituir un gobierno de su agrado, constitucionalista, son remotas, por no decir imposibles, porque el flanco soberanista suma mayoría absoluta, 70 diputados entre Junts per Catalunya, ERC y la CUP. Además, en caso de producirse un milagro y constituir un gobierno entre constitucionalistas el equilibrio entre izquierdas y derechas se antojaría tan complicado que el Govern sería peor que un Dragon Khan.
En una entrevista a Efe, Carrizosa dio mil y un argumentos para convencer a Junts per Catalunya de que Ciudadanos, como partido vencedor de las elecciones catalanas, se merece la presidencia del Parlament. Que si permitir a la fuerza más votada asumir la presidencia del Parlament daría un mensaje de estabilidad que Cataluña está pidiendo a gritos; que si garantizaría que «la cámara catalana no ejerza de mera comparsa de un gobierno rupturista, sino de contrapeso democrático», o que «cabe suponer que sería una presidencia estable y aceptada por todos».
Carrizosa desveló que hay conversaciones con JxCat y el PSC para hablar de la futura Mesa del Parlament. Un primer paso para recuperar la confianza de los ciudadanos en la política y de los inversores –el ministro de Economía, Luis de Guindos, cifraba ayer el coste de la crisis política en Cataluña en 1.000 millones–.
Pero no había acabado de exponer sus argumentos a favor de liderar el Parlament que JxCat respondía que ni hablar de apoyar a un presidente que no fuera uno de los suyos, un soberanista. Fuentes de la candidatura del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, explicaron a Efe que descartan llegar a un acuerdo que implique conceder a Ciudadanos la presidencia de la cámara catalana. Su argumento es que «JxCat no prevé que Ciudadanos tenga la presidenta del Parlament porque los independentistas han ganado las elecciones». Entienden que «el pueblo catalán ha votado que Ciudadanos esté en la oposición y esto incluye también los órganos parlamentarios». No dice nada de no apoyar una vicepresidencia y una secretaría, cargos a los que también aspira Ciudadanos. En cualquier caso, la formación naranja no quiere otra Carme Forcadell, piden una persona menos significada con la ruptura para evitar el conflicto y otro bloqueo.
Cuando se solvente este debate, habrá que afrontar la designación del nuevo president. Puigdemont desde Bruselas pide que se restablezca el Govern. El jueves Oriol Junqueras reclamará ante el juez su liberación. Y el PP, que sigue interviniendo la Generalitat, avisa de que evitará cualquier intento de cambiar el reglamento para blindar a Puigdemont como president en caso de regresar.
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