Violencia ultra
«Kale borroka» al PP de Mataró
Aprovecharon el cambio de turno de la Policía Local para perpetrar el ataque. La sede del PP en Mataró (Barcelona) amaneció ayer con graves destrozos. Media docena de radicales encapuchados rompieron un cristal blindado de grandes dimensiones con adoquines de la calle para acceder al local y arrasaron con los televisores, atriles y demás material del partido que había en la sede.
El partido denunció los hechos. José Manuel López, concejal de la localidad, explicó a LA RAZÓN que el ataque «ha sido más violento» que en otras ocasiones. En el último año, la formación ha puesto «entre cinco y seis denuncias» por diversos ataques a la sede, principalmente pintadas en los cristales de la fachada. Ayer, además de los destrozos, hicieron una pintada en otro cristal en la que se podía leer «Hemos perdido el miedo».
«El goteo de ataques es constante», denunció López, quien añadió que «no permitiremos que este acto quede impune como sí quedó el ataque del 29 de marzo de 2012». El concejal se refería a otra acción de «kale borroka» que tuvo lugar el citado día en que estaba convocada una huelga general. Por aquellos hechos fue detenido un joven «que salió prácticamente impune», denunció la formación. Desde el partido «no nos resignamos a que este tipo de actuaciones queden impunes y sean vistas como algo normal», explicaron en un comunicado, en el agradecieron las muestras de apoyo del alcalde, CiU y PSC. Ciutadans también se sumó a la denuncia.
La sede del PP en Mataró se encuentra en la avenida Puig i Cadafalch, una de las más concurridas de la ciudad, aunque no por eso se libra de la violencia radical. Desde el partido explicaron que se trata de gente «perfectamente organizada y coordinada que utiliza tácticas que podíamos calificar el guerrilla urbana». Actuaron muy rápido, aunque pudieron ser grabados por cámaras de seguridad y vistos por vecinos del inmueble.
El partido aseguró que «queremos dejar muy claro que no nos van a atemorizar, que pensamos continuar a pie de calle defendiendo nuestra ciudad y nuestras ideas sin dejar unos totalitarios de extrema izquierda e independentistas aprendices de etarra nos hagan retroceder ni un paso».
En los últimos meses los radicales han atacado otras sedes del PP en Cataluñan en las localides de Castelldefels, Cardedeu, Viladecans, Gavà, Rubí, Esplugues y el Prat del Llobregat. En marzo, la presidenta del partido, Alícia Sánchez-Camacho, denunció los hechos y anunció que iba a remitir al consejero de Interior, Ramon Espadaler, un informe con la relación de los daños para que actué con la máxima rapidez y refuerce la seguridad de los locales.
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