Educación
La falta de profesores y «las reválidas» marcan el nuevo curso escolar
Los sindicatos anuncian movilizaciones contra la Lomce, el incremento «insuficiente» de la plantilla de docentes y el mantenimiento de más de un millar de aulas en barracones
Los sindicatos anuncian movilizaciones contra la Lomce, el incremento «insuficiente» de la plantilla de docentes y el mantenimiento de más de un millar de aulas en barracones.
Unos, con la ilusión de reencontrarse con los compañeros y otros, con la pesadumbre de la vuelta a los madrugones y la rutina. Ayer, más de un millón y medio de alumnos catalanes volvieron a las aulas para comenzar un nuevo curso escolar, marcado por la implantación de la Lomce y las polémicas reválidas, unos exámenes de evaluación final que tendrán que realizar por primera vez los estudiantes del último curso de ESO y Bachiller que hayan aprobado previamente todas las asignaturas. Aunque este año funcionarán como prueba piloto, al siguiente sí tendrán efectos académicos y condicionarán la obtención del título.
La Generalitat ya ha avisado que no implantará estas evaluaciones previstas en la ley de educación estatal, una norma que confían se modifique con la formación del nuevo Gobierno. Así lo manifestó ayer la consellera de Ensenyament, Meritxell Ruiz, en una entrevista en TV3 tras criticar que la Lomce fue aprobada «por mayoría absoluta y sin consenso».
Los sindicatos de estudiantes confían en que el ejecutivo de Puigdemont mantenga firme su postura contra estas reválidas. De momento han anunciado movilizaciones y plantean incluso una huelga en todos los niveles educativos para hacer patente su rechazo a estos exámenes.
Al margen de las reválidas, el nuevo curso escolar viene marcado por el récord del alumnado y una plantilla de profesores «insuficiente» para hacerle frente, según denuncian los sindicatos de maestros. Este curso se han matriculado 7.822 alumnos más y se han contratado 798 nuevos docentes, hasta sumar un total de 66.461, una cifra que está muy lejos de los 70.000 profesores con los que contaba la escuela catalana antes de que el Govern diese el tijeretazo al presupuesto de Educación allá por 2011. Además, la comunidad educativa se queja de que no se ha avanzado lo suficiente en la mejora de las sustituciones, pues los docentes sustitutos siguen sin llegar a los centros tras el primer día de comunicar la baja laboral, que no se haya mantenido la disminución de las horas lectivas para los mayores de 55 años y que los ratios de alumnos sigan siendo demasiado elevados. Por todo ello, ayer representantes sindicales anunciaron una movilización el 20 de septiembre.
El otro campo de batalla al que debe enfrentarse la conselleria de Ensenyament es la cantidad de aulas que funcionan como módulos prefabricados. Todavía sobreviven 1.101 clases en barracones. La escuela Can Fabra era una de ellas y ayer tras siete años de espera pudo estrenar edificio en el recinto de Fabra i Coast en Sant Andreu. En el primer día de curso las obras todavía continuaban, según la directora del centro por la desidia de la administración.
La consellera de Ensenyament reconoció que el nuevo curso ha empezado «con más recursos pero menos de los que querríamos» y que estudia nuevas fórmulas para aumentar el presupuesto para algunas partidas, como la ayuda a los libros de texto y a las becas comedor para llegar a todas aquellas familias en situación de vulnerabilidad. Avisó, asimismo, que se abordará el debate de un nuevo calendario escolar que recorte las vacaciones estivales.
✕
Accede a tu cuenta para comentar