Sequía

La lluvia retrasa la alerta por sequía en Cataluña, con reservas del 45%

Gracias a las precipitaciones, los embalses han subido casi dos puntos, pero la situación sigue siendo preocupante

El campanario del antiguo pueblo de Sau sigue sirviendo como medidor improvisado de la situación de los embalses catalanes
El campanario del antiguo pueblo de Sau sigue sirviendo como medidor improvisado de la situación de los embalses catalaneslarazon

Gracias a las precipitaciones, los embalses han subido casi dos puntos, pero la situación sigue siendo preocupante.

El episodio de lluvias registrado las últimas semanas en Cataluña ha elevado al 45,5% el nivel de agua de los embalses, retrasando la llegada de la alerta de sequía, cuyo decreto está previsto con una bajada de las reservas hídricas al 40%.

Según datos de la Agencia Catalana del Agua (ACA) de la Generalitat facilitados a Europa Press, desde que se inició la temporada de lluvias, el 1 de febrero, y hasta este viernes las reservas han subido casi dos puntos: del 43,7% al 45,5%.

Las cuencas internas han pasado de sumar 304 hectómetros cúbicos a 316, con aumentos destacados en el caso del sistema Ter-Llobregat que ha aumentado su nivel hídrico en 10,5 hectómetros, teniendo en cuenta que ha pasado de 276 a 286,5.

Los embalses de las cuencas internas catalanas, que proveen al 80% de la población del territorio, se encuentran en una fase de prealerta, debido a un ciclo meteorológico seco causado por un verano y un otoño especialmente secos.

La situación de prealerta ha activado el uso de la depuradora de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona) para la reutilización de agua, y ha provocado un aumento de la producción de desalinizadoras para frenar el consumo de los pantanos.

Cataluña usó durante 2016 un total de 30,5 hectómetros cúbicos de agua regenerada, lo que supone un aumento de cerca del 4% respecto al año anterior, según datos de la Agencia Catalana del Agua.

Este caudal se obtuvo sometiendo a la agua saneada en las depuradoras públicas catalanas a un tratamiento de regeneración terciario para que alcance los niveles requeridos para su uso posterior.

El agua regenerada se destina a riego agrícola, de zonas urbanas y campos de golf; limpieza de calles; recarga de acuíferos; generación de caudales de mantenimiento y usos industriales, entre otros.