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Cataluña

La productividad de Cataluña solo ha subido 0,3 puntos en los últimos 18 años

La consellera de Economía y Hacienda cree que es por las dificultades de las empresas en la difusión e implementación de las innovaciones tecnológicas

El crecimiento de la producción en Cataluña ha sido “muy discreto” e inferior al de las economías más avanzadas
El crecimiento de la producción en Cataluña ha sido “muy discreto” e inferior al de las economías más avanzadaslarazon

La consellera de Economía y Hacienda cree que es por las dificultades de las empresas en la difusión e implementación de las innovaciones tecnológicas

La productividad total de Cataluña, en términos de generación de trabajo y capital (PTF) en el PIB, solo ha subido 0,3 puntos en los últimos 18 años, según ha afirmado la secretaria de Economía de la conselleria de Economía y Hacienda de la Generalitat, Natàlia Mas.

Mas ha reconocido que estos resultados “no son positivos” en comparación a otros países, y entre las posibles razones que explican esta dinámica ha destacado las dificultades de las empresas en la difusión e implementación de las innovaciones tecnológicas y una inversión en I+D inferior al 2 % del PIB.

Un dato muy similar se infiere del último informe sobre el modelo productivo de Cataluña, presentado este lunes por el Consejo de Trabajo Económico y Social de Cataluña (CTESC), que en este caso apunta que entre 2000 y 2016 la productividad catalana ha aumentado 0,2 puntos.

Este resultado se ha extraído a través de un análisis macroeconómico que compara la evolución del PIB catalán entre los años 2000 y 2016 con el de 37 países de la OCDE, más concretamente el papel de la productividad en términos de trabajo y capital, y la productividad conjunta de estos dos factores (PTF).

Según el ponente del informe y miembro del CTESC, Modest Guinjoan, el crecimiento de la producción en Cataluña ha sido “muy discreto” e inferior al de las economías más avanzadas, y se ha caracterizado por buenos resultados en período expansivos y una menor resiliencia durante etapas de recesión económica.

Una segunda parte del estudio ha analizado a través de un millón de observaciones el papel que han jugado los sectores de la actividad económica de Cataluña, las dimensiones de las empresas y los procesos de ajuste de estas al ciclo económico en el desarrollo de la productividad catalana entre 2001 y 2013. Guinjoan ha afirmado que los resultados de esta segunda parte mantienen una conexión “notable” con los datos de la primera parte y ha apuntado como ejemplo de ello la “relativa especialización” de la economía catalana hacia ramas de baja y media productividad hasta 2013.

Por sectores, la industria manufacturera ha encabezado entre 2001 y 2013 los niveles de PTF, que fueron un 16 % superiores a la media, seguida de la construcción, que registró un PTF de capital y trabajo de un 13,6 % por encima de la media.

El sector de la energía, con sólo un 3,9 % por encima de la media, obtuvo unos niveles de PTF más reducidos que los dos sectores anteriores, mientras que el sector servicios mantuvo durante el período 2001-2013 unos niveles de PTF un 9 % inferiores a la media. Los buenos datos del sector industrial catalán durante el período estudiado indican, según ha explicado Guinjoan, la necesidad de desarrollar las medidas del Pacto Nacional para la Industria “con más celeridad”, y de hecho es una de las principales recomendaciones del informe.

Respecto a los datos sobre productividad en empresas, el estudio del CTESC resalta que las grandes y medianas empresas tienen un PTF relativamente más elevado que las pequeñas y las microempresas, lo que implica una “diferencia en la eficiencia técnica” de las empresas según su dimensión entre 2001 y 2013.

Uno de los problemas que apunta el informe es la inexistencia de mecanismos “afinados” de ajuste ante situaciones problemáticas de empresas durante cambios de ciclo económico, a pesar de que la economía catalana posee un dinamismo “envidiable” respecto a la creación de empresas, ha afirmado Guinjoan. Como resultado de este análisis, el CTESC propone un total de 18 recomendaciones para estimular la productividad en Cataluña, entre las que se encuentran la estabilidad de la ocupación, inversiones en I+D, mejorar las condiciones de salud y seguridad en los puestos de trabajo y la mejora de las infraestructuras de movilidad.