Pactos en Cataluña

Turull tira la toalla y deja paso a Pascal y Bonvehí

El tándem de los jóvenes dirigentes se convierte en el gran favorito para liderar el PDC al obtener el aval de varias corrientes internas

Turull tira la toalla y deja paso a Pascal y Bonvehí
Turull tira la toalla y deja paso a Pascal y Bonvehílarazon

El tándem de los jóvenes dirigentes se convierte en el gran favorito para liderar el PDC al obtener el aval de varias corrientes internas.

Las estructuras de poder de la nueva Convergència van clarificándose poco a poco. Una de las grandes incógnitas, la de quién ocupará la coordinación general del Partit Demòcrata Català (PDC), comenzó a despejarse ayer a mediodía después de que Jordi Turull anunciara que no optará al cargo. Diez minutos después, en una maniobra sincronizada, dos de los valores del soberanismo al alza, Marta Pascal y David Bonvehí, anunciaron su intención de hacer un tándem para tomar las riendas de la dirección del PDC. Pascal –diputada y ex portavoz de CDC– será la aspirante a coordinadora general y Bonvehí –diputado y dirigente del partido en la comarca del Bages– será el candidato a secretario de organización.

El tándem de Pascal y Bonvehí es el gran favorito para imponerse en las votaciones que las bases del PDC realizarán los próximos días 22 y 23, puesto que cuentan con apoyo de numerosos sectores. Desde oficialistas próximos a Mas a corrientes como Llibergència, Generació Llibertat y familias como la socialdemócrata que gravita en torno a Josep Rull. Todas ellas aspiran, eso sí, a ser integrados de con algún puesto en la nueva dirección nacional que formarán doce personas.

Turull se queda de esta manera, por segunda vez, a las puertas de ser el hombre fuerte de CDC. Estuvo a punto de serlo tras la remodelación que Convergència acometió para relevar a Oriol Pujol como secretario general, pero en aquel momento, Mas optó finalmente por situar a Josep Rull y Turull murió en la orilla. Esta debía ser su gran ocasión, pero muchas voces le han sugerido dar un paso al lado para que el PDC pueda proyectar una verdadera imagen de renovación.

«Este partido nuevo ha de comenzar muy fuerte desde el minuto cero», argumentó Turull en el momento de tirar la toalla. Negó, además, haberse garantizado un puesto en la dirección con esta maniobra. «La política antigua es dar un paso al lado si tú me garantizas un espacio no sé dónde y no. Es la nueva directiva la que tiene que decidir si les soy útil o no, y dónde. Estoy a disposición de quien escojan los asociados. No ha habido negociaciones», aseguró el presidente del grupo parlamentario de Junts pel Sí.

La candidatura articulada en torno a Pascal y Bonvehí parece no tener competidor, puesto que el presidente de la Associació Catalana de Municipis y alcalde de Premià, Miquel Buch, tampoco se ve con apoyos para lanzarse a la batalla con opciones. Desde el punto de vista ideológico tampoco tendría mucho sentido porque Busch, al fin y al cabo, forma parte de la corriente Moment Zero de la que forman parte Marta Pascal y David Bonvehí.

Así las cosas, la única alternativa con cierto peso es la que está construyendo el ex conseller Germà Gordó. Sin embargo, Gordó no está logrando los apoyos que buscaba en Generació Llibertat y en Llibergència. Pese a todo, su intención anunciada es la de llegar hasta el final.

Aplausos a Turull

La portavoz del Govern, Neus Munté, y el líder de CDC en el Congreso, Francesc Homs, destacaron la «generosidad» de Turull al renunciar a liderar el PDC. «Las muestras de generosidad escasean. La buena política, la que transforma, es coraje y es arremangarse siempre. Impecable», afirmó Munté en su perfil de Twitter. Para Homs, el gesto de Turull le honra porque «es una extraordinaria lección de compromiso y generosidad».

Con el paso al lado de Turull y el ya anunciado de otros pesos pesados de los últimos años como Lluís Corominas, Francesc Sánchez y Francesc Homs, el único dirigente de la etapa anterior que se mantendrá en la primera línea es Artur Mas, que será presidente del PDC. Mas asegura que se limitará a realizar una función representativa y que, por tanto, no se entrometerá en las decisiones del día del partido.