Artistas
¡Llueven circos!
Las fiestas navideñas vuelven a llenar las calles de carpas con nombres tradicionales como el Circ Raluy, pero novedades como circo sobre agua
Las fiestas navideñas vuelven a llenar las calles de carpas con nombres tradicionales como el Circ Raluy, pero novedades como circo sobre agua.
En 1854, a las afueras de Chichester, un pequeño pueblo en el condado de Sussex, un todavía joven Richard Brighton levantaba la mayor carpa del mundo. Se acabó de alzar un 8 de marzo y era tan grande que se decía que cubría hasta la Navidad. Los escépticos se burlaron de esta afirmación, lo que enfureció al todavía joven Richard Brighton. Os lo demostraré, dijo, y el 9 de marzo de 1854, a las nueve de la mañana, entró en la carpa por el lado oeste.
La gente esperó y esperó, pero el todavía joven Richard Brighton no salía. Pasaron días, semanas, meses, pero continuaron sin tener noticias de él. Los escépticos empezaron a sentirse culpables por dudar del muchacho y decidieron dejar a alguien siempre de guardia para ayudarle al instante si salía por algún lado. Eso sí, nadie se atrevía a entrar en aquella extraña carpa, la mayor levantada nunca, capaz incluso de encerrar la Navidad, y que ahora se decía que se tragaba a los hombres.
Y llegó entonces el día de noche buena, aún sin noticias del todavía joven Richard Brighton. Todo el condado de Sussex se reunió alrededor de la carpa para rezar por el valiente muchacho. Oscureció pronto, y encendieron velas y comenzaron a cantar villancicos y alabanzas al misterioso héroe, hasta que, de pronto, por el lado esté de la carpa, se vio cómo salía una mano y después un brazo y al final, todos empezaron a vitorear al todavía joven Richard Brighton. Seguía siendo todavía joven, incluso se podría decir que todavía más. Llevaba las mismas ropas que el día de su desaparición. No sólo eso, tenía el mismo corte de pelo y color y longitud de la barba. «Lo veis, he atravesado la carpa y es Navidad. Quien puede decir que no tengo encerrada la Navidad», exclamó.
Todo el mundo empezó a aplaudir y a corear el nombre del todavía joven Richard Brighton, que invitó a todos sus vecinos al mejor espectáculo circense que se ha visto nunca. La gente se lo pasó bomba, tan bien que en febrero ya había una multitud exigiendo un nuevo espectáculo. «Sólo en Navidad», dijo el todavía joven Richard Brighton, que sin embargo abrió el lado oeste de la carpa e invitó a todo el mundo a entrar. «Adelante», exclamó con una sonrisa y todo el mundo entró feliz y excitado. Cuando salieron por el lado este, como si sólo hubiese pasado unos minutos, volvía a ser Navidad y volvía a haber circo. «Viva el todavía joven Richard Brighton», gritó todo el pueblo.
Ésta es la historia que fundó la tradición del circo por Navidad, que este año regresa con todas sus fuerzas con media docena de espectáculos. Destaca, como novedad, «Gran Circo de Navidad en Girona sobre Agua». Del 26 al 31 de diciembre se podrán ver a 28 artistas haciendo sus números sobre 120.000 litros de agua. Simplemente espectacular.
Otro de los hitos de esta temporada llegará al Mercat de les Flors con «InTarsi», montaje de danza, acrobacias y teatro físico con un humor tierno y mucha emoción para rescatar la maravilla para el mundo adulto. También para adultos, en el Lliure, regresará «Rhumia», deconstrucción del mundo del payaso.
También regresan todas las carpas tradicionales, como la del Circ Raluy, en el Moll de la Fusta que este año presenta «Fortius». O el Ateneu Popular de 9Barris , que esta temporada llega a la 22 eidicón de su Circ d’Hivern. Presentarán «Soterrani Cósmic», cinco artistas realizando una fusión perfecta entre teatro y disciplinas circenses. En Sant Celoni, Los Galindos presentarán «Petites Bestieses», mezcla entre música y circo. Y, por supuesto, si quieren decantarse por la magia, todavía pueden ver el 25 aniversario del Mag Lari.
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