Aunque dirigentes como Oriol Junqueras se esfuerzan en despejar las incertidumbres que acompañan el camino hacia la independencia de Cataluña con argumentos tales como que el 90 por ciento de los empresarios apoyan la consulta de autodeterminación, lo cierto es que no sirven para despejar los temores de la eventual secesión. Basta con fijarse en los propios informes que elabora el Consejo Asesor para la Transición Nacional (el CATN, el organismo creado por Artur Mas para diseñar la Cataluña independiente) para comprobar que los miedos anidan en la propia Generalitat.

«La estrategia del Gobierno español de crear resistencia y la respuesta ciudadana en Cataluña pueden llegar a crear una situación de gran inestabilidad financiera (incluida la posibilidad de un "corralito")», dice el informe sobre la «Internacionalización de la consulta y del proceso de autodeterminación».

El corralito se refiere a la medida que tomó el Gobierno argentino en 2001 para evitar la fuga de capitales. Consistió en limitar la retirada de dinero en efectivo de los bancos y en prohibir las transferencias al exterior. La presidenta del PP catalán se refirió a ello en una visita a Montcada i Reixac y recordó, una vez más, que una Cataluña independiente quedaría «automáticamente» fuera del euro. «Aviso a los catalanes de que si Mas persiste en su ofensiva independentista y rupturista afectará a la economía catalana porque saldrá del euro (...) y nos podríamos encontrar con un corralito de insolvencia ilimitada que nos perjudicará y pondrá en riesgo la actividad productiva», dijo Sánchez-Camacho.

Para evitar que se produzca este corralito, el Consejo Asesor para la Transición Nacional recomienda a la Generalitat cuatro medidas: 1) explicar y denunciar esta estrategia española; 2) indicar que el Estado español puede ser el más perjudicado (porque sus fundamentos económicos son peores); 3) invitar a las instituciones europeas a actuar como mediadoras en este proceso; y 4) preparar un plan de contingencia para mantener la liquidez del sistema económico, si es posible con la colaboración de instituciones exteriores.

La cooperación

El mismo informe sugiere a la Generalitat que no materialice la independencia de forma abrupta y que examine «la conveniencia de pactar con el Estado español un período de transición económica durante el cual Cataluña reduciría sus aportaciones económicas gradualmente». Todo ello con el objetivo de establecer un estrecho marco de cooperación entre Cataluña y el Estado español».

En todo caso, Mas continúa preparando el terreno para la Cataluña independiente, tal y como demostró con la presentación de las bases para la futura Hacienda propia. Sánchez-Camacho se refirió a esta iniciativa y dijo que este «desafío» de Mas «no lleva a ninguna parte» porque «si no tiene dinero para pagar las nóminas de los funcionarios» no puede soñar con los 400 millones que requeriría su puesta en marcha.