Política

Cataluña

Los CAPs también participarán en la detección de casos de maltratos infantiles

la Generalitat creará un equipo de expertos para diagnosticar a las víctimas

En la imagen, un centro de atención primaria de Barcelona
En la imagen, un centro de atención primaria de Barcelonalarazon

la Generalitat creará un equipo de expertos para diagnosticar a las víctimas

Las conselleries de Salud y de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias presentaron ayer una actualización del protocolo para casos de maltratos infantiles, cuyas líneas principales son que las competencias para la detección de estos casos se amplíen hasta los centros de atención primaria (CAP), y que la Generalitat dispondrá de equipos expertos en abusos sexuales y en el ámbito anteriormente citado.

El nuevo protocolo actualiza el de 2008, y amplía la detección de estos casos hasta los CAP, por lo que se permitirá a estos profesionales introducir datos de niños atendidos con indicadores de riesgo de maltrato, y añadiendo medidas para evitar revictimizar. Una de ellas es que Cataluña dispondrá de equipos funcionales expertos en abusos sexuales y maltratos graves a la infancia, que se crearán de forma progresiva, y serán los encargados de hacer el diagnóstico sanitario de la víctima.

Los respectivos consellers de Salud y Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, Alba Vergés y Chakir El Homrani, destacaron que de esta manera se formará a profesionales, antes del verano, y se mejorará la coordinación entre los departamentos, incluyendo Justicia e Interior.

Estos equipos expertos harán también el tratamiento inicial, asesorarán a los profesionales de atención primaria y de los hospitales, y se integrarán en las unidades de atención integrada, que desplegará la dirección general de Atención a la Infancia y a la Adolescencia (Dgaia). La medida se llama «Protocolo de actuación de maltratos a la infancia y la adolescencia en el ámbito de la salud».

La finalización del documento se vio precipitada por el caso del bebé de dos meses de Pineda de Mar, que falleció en enero de este año en la UCI del Hospital del Vall d’Hebron, por los golpes que le propinó su padre, que está en prisión. El pequeño murió tras haber pasado por varios servicios de atención primaria y hospitales de la comarca del Maresme, que no detectaron malos tratos, excepto en el Hospital de Calella, donde, en un anterior ingreso, un profesional dio la alerta a los servicios sociales de Pineda, pero no se activó el protocolo de maltrato. Vergés subrayó que se protegerá a los profesionales sanitarios del estrés emocional que supone atender a bebés maltratados y dar la alerta.