Disturbios
Los indignados vuelven a tomar la plaza Cataluña con una acampada
El Ayuntamiento de Barcelona no desalojará porque «todo está tranquilo»
Cualquier motivo parece ser bueno para plantar la tienda de campaña en plaza Cataluña de la capital catalana. Un grupo de indignados ha vuelto a tomar el emblemático lugar de la Ciudad Condal como sede de asambleas y dormitorio.
Cualquier motivo parece ser bueno para plantar la tienda de campaña en plaza Cataluña de la capital catalana. Un grupo de indignados ha vuelto a tomar el emblemático lugar de la Ciudad Condal como sede de asambleas y dormitorio. La Guardia Urbana no tiene previsto desalojarlos, de momento, porque «todo está tranquilo», según el Ayuntamiento de Barcelona.
No desisten al llamamiento del movimiento 15-M. Desde que en mayo de 2011, los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana desalojaran la plaza Cataluña alegando motivos de seguridad y acabaran con la acampada allí instalados, los intentos de volver a tomar el centro de Barcelona se han sucedido. Las inclemencias del tiempo no han ido a favor de los indignados, que han visto como lluvia, frío y viento desbarataba sus intenciones una y otra vez.
Momentos de tensión
Los supuestos casos de corrupción política que han trastocado los estamentos de partidos políticos son el motivo por el que los indignados vuelven a salir a la calle. Ayer, convocados a las 18.00 horas en la misma plaza Cataluña, unas 1.300 personas marcharon por Gran Vía para remontar luego la calle Urgell de la capital catalana. Su objetivo: alcanzar la sede del PP catalán y lanzar todo tipo de improperios contra la cúpula de la formación política. Enarbolando banderas republicanas e independentistas, durante varias horas, los concentrados gritaron todo tipo de consignas contra los presidentes del Gobierno y la Generalitat. «¡CiU y PP, la misma mierda es!», corearon unos. Otros lanzaron palabras sueltas del estilo «ladrones» o «chorizos». Además, animaron a todo viandante a sumarse a la protesta con el grito, ya conocido, «no nos mires, únete». Los manifestantes también pidieron la dimisión de Rajoy y Mas.
Frente a la sede del Partido Popular de Cataluña, fuertemente custodiada por los Mossos d'Esquadra, se vivió algún momento de tensión entre agentes y manifestantes, que se zanjó rápidamente y acabó con la disolución de la protesta.
Algunos de los manifestantes dieron media vuelta y reemprendieron el camino hasta plaza Cataluña, donde pasadas las 21.00 horas volvió a improvisarse una asamblea. Su objetivo es decidir nuevas movilizaciones y acciones en protesta por los recortes y el escenario político actual. De hecho, se prepara un final de mes movido. La última semana de febrero están previstas manifestaciones por parte de sanitarios, profesiones, estudiantes, activistas, asambleas de barrio, etc. Las protestas, que adquirirán diferentes formas (desde marchas, a paros parciales, debates improvisados, etc), se llevarán a cabo, precisamente, cuando estén a punto de darse a conocer los presupuestos de la Generalitat para este año. El Govern prevé que en 2013 tendrá que recortar otros 4.000 millones para cumplir con el déficit.
Al cierre de esta edición, la asamblea de indignados continuaba debatiendo en la plaza Cataluña qué acciones desarrollar en los próximos días para volver a alzar su voz.
En 2011, la plaza Cataluña tuvo que ser desalojada en una actuación conjunta de Mossos y Guardia Urbana por motivos de seguridad cuando se preveía una celebración del Barça.
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