Barcelona
Los Mossos alertan de los numerosos casos de ablaciones que no se detectan
Abordaron 31 casos de riesgo el año pasado, de los que seis se consumaron
Es una práctica que poco a poco se va erradicando en Cataluña, pero aún existen casos. Los Mossos d'Esquadra abordaron en 2012 un total de 31 casos de niñas pequeñas en riesgo de sufrir una ablación, de los que seis se consumaron, según cifras facilitadas por la conselleria de Interior, mientras que este año se han registrado ocho casos.
En una entrevista concedida a Ep, la coordinadora de la Unidad de Apoyo a la Atención de Víctimas de Interior, Alba Alfageme, detalló que los casos que llegan al departamento son una ínfima parte de la realidad, ya que están ante «una gran problemática que no aflora».
Delito vigente
Según indicó Alfageme, en los últimos dos años la conselleria ha comprobado que las familias que quieren mutilar a sus hijas, siempre en un viaje de regreso a sus países de origen, «ahora lo hacen de manera más velada y soterrada, usando mecanismos para llevarla a cabo sin levantar sospechas», puesto que saben que están incurriendo en un delito penado con entre seis y doce años de prisión según el artículo 149.2 del Código Penal.
También han detectado que hay muchas niñas que se van a sus países y ya no vuelven, cuando antes había más retornos. Antes la familia avisaba a las niñas cuando se preveía un viaje a su país de origen y ahora ni siquiera se las informa y hacen «viajes más sorpresa» para no levantar sospechas en el entorno escolar y médico de la menor.
La mayoría de casos se registran en comunidades de países de la África subsahariana, entre ellos Senegal y Gambia, y la edad de las niñas oscila entre los cero y seis años, ha indicado la técnica de Interior, que sin embargo también puntualiza que cada vez hay más familias concienciadas que rechazan esta práctica. Desde 2009, cuando se registraron 55 casos, la tendencia ha sido bastante similar, con 28 casos en 2010, 36 en 2011 y 31 este 2012, y en una media del 70 por ciento de los casos se ha conseguido evitar.
Por su parte, la presidenta de la Asociación de Mujeres Inmigrantes Subsaharianas (Adis), Bombo Mdir, explicó que las familias optan por practicar la ablación a sus hijas por una mezcla de tradición y estereotipos, que les hacen creer que si no están mutiladas «no serán buenas mujeres ni conseguirán casarse».
«La mujer africana es reconocida por el marido y por tener hijos», y si no ha pasado por la ablación en las comunidades donde se practica, socialmente se la considera alguien sucio, impuro, contrario a la religión musulmana y por lo tanto es rechazada. La ablación genera importantes problemas en la sexualidad de la mujer y en su salud, según Mdir.
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