Mossos d'Esquadra

Los sindicatos critican el relevo

Los mandos de los Mossos no ven motivo para la «destitución premeditada» de López

Ferran López, en la izquierda de la imagen, ha renunciado a ser responsable de los Mossos
Ferran López, en la izquierda de la imagen, ha renunciado a ser responsable de los Mossoslarazon

El sindicato de mandos de los Mossos denunció ayer que no existe «ninguna razón objetiva ni profesional» que fundamente la «destitución premeditada» del comisario Ferran López, a quien creen que el gobierno catalán no ha tratado con el «respeto y consideración» debidos.

Se prolonga la crisis y las críticas ante el relevo en la jefatura de la policía autonómica catalana. El sindicato de mandos de los Mossos d’Esquadra (SICME) denunció ayer que no existe «ninguna razón objetiva ni profesional» que fundamente la «destitución premeditada» del comisario Ferran López, a quien creen que el gobierno catalán no ha tratado con el «respeto y consideración» debidos.

A lo largo de un comunicado, el SICME ha denunciado también la «grave anomalía sin precedentes» que supone que el cuerpo policial no tenga ahora un jefe policial, ya que la conselleria de Interior acordó, tras aceptar la renuncia de López, abrir una fase para estudiar si remodela la jefatura sin nombrar a un sustituto, por lo que el máximo responsable es el director político de la policía.

El nuevo conseller de Interior, Miquel Buch, aceptó el pasado miércoles la renuncia que Ferran López le planteó en la primera reunión que mantuvieron, el pasado 4 de junio, y le comunicó al comisario que en las próximas semanas le anunciarán su nuevo destino en el organigrama de los Mossos d’Esquadra, aunque fuera de la nueva estructura de la Jefatura.

López, que estuvo al frente de los Mossos durante los ocho meses que se prolongó la aplicación del artículo 155 de la Constitución, agradeció en su adiós al frente del cuerpo la labor de los agentes pese a las «insospechadas tensiones» a las que se han visto sometidos, dadas las «condiciones extraordinariamente difíciles» que han tenido que afrontar.

En un comunicado, el SICME, que representa a inspectores, intendentes y comisarios del cuerpo, destacó la «responsabilidad» con la que ha actuado López en momentos «extremadamente complejos», en los que se ha guiado «en todo momento por principios profesionales y en ningún caso políticos».

«Consideramos que la decisión adoptada –por la consellería de Interior, al aceptar la renuncia de López– ha sido una destitución premeditada, no habiendo ninguna razón objetiva ni profesional que la fundamente», resaltó la nota.

En este sentido, el SICME denuncia que desde la constitución del nuevo gobierno catalán, la relación y el trato que ha recibido López como jefe de la policía autonómica «no se ha percibido con el respeto y la consideración que merece el máximo mando del cuerpo de los Mossos d’Esquadra».

«Pedimos respeto para el cuerpo de los Mossos d’Esquadra porque no habiendo tratado bien la figura del comisario jefe se menosprecia también al resto de mandos», indicó el SICME.

Los mandos de los Mossos, según lo comentado por el sindicato, tienen la misión de asumir cualquiera de las responsabilidades que se les encargue, incluso la dirección de la jefatura, «que debe ser ejercida por un mando policial».

En este sentido, el SICME denuncia que el hecho de que los Mossos d’Esquadra no tengan ahora un jefe policial «supone una grave anomalía sin precedentes».

Una vez aceptada la renuncia de López, un comisario muy valorado por las bases del cuerpo, el conseller Buch encargó al director de la Policía, Joan Andreu Martínez, y a su equipo la labor de análisis de la actual estructura de los Mossos d’Esquadra y sus dinámicas de funcionamiento, con el objetivo de que proponga, si lo ve oportuno, una nueva estructura de mando.

El conseller ha decidido que el actual comisario jefe de la Comisaría Superior de Coordinación Territorial, Miquel Esquius, y el comisario jefe de la Comisaría Superior de Coordinación Central, Joan Carles Molinero, continúen dirigiendo de forma coordinada ambas áreas de mando mientras el departamento decide la composición de la nueva jefatura.

Durante esta fase, Buch ha acordado que los comisarios Esquius y Molinero –que ya integraban la cúpula de los Mossos d'Esquadra junto a López y también en la etapa de Trapero– dependan directamente del director político de los Mossos, Joan Andreu Martínez.

Ante esta situación, el SICME ha exigido respeto para los mandos del cuerpo y la «consideración debida» a su «profesionalidad» y que se designe lo antes posible a un nuevo jefe de la policía catalana.