Barcelona

Mas reclama a los catalanes «sentido de estado»

Mas reclama a los catalanes «sentido de estado»
Mas reclama a los catalanes «sentido de estado»larazon

Desesperado por la sequía que en 2008 castigaba a Cataluña, el entonces conseller de Medio Ambiente, Francesc Baltasar, se encomendó a la Moreneta para que lloviera, pese a ser agnóstico. Cinco años después, ayer, día de la Virgen de Montserrat, llovió con ganas. Pero el chaparrón no deslució la presentación de los actos del tricentenario de la caída de Barcelona en la Guerra de Sucesión, el 11 de septiembre de 1714, que Artur Mas organizó, coincidiendo con la festividad de la patrona de Cataluña, en el Palau de la Generalitat.

En un discurso trufado de emoción y patriotismo, pero con un claro mensaje político, animar a los catalanes a sumarse a su proyecto soberanista, Mas habló de milagros. De milagros pasados, como que «después de 300 años de conflicto con España», «después de todos los obstáculos y presiones que nos hemos encontrado», Cataluña haya sobrevivido como nación. Y de milagros que están por llegar, como la consecución de un estado propio, el proyecto que el president de la Generalitat se ha empecinado en conseguir.

Mas, que adora recurrir a la épica y la lírica para vestir sus soflamas soberanistas, recuperó una frase del escultor Apel·les Fenosa que dice que «quien no cree en los milagros no es realista». Pero el president de la Generalitat, en vez de rezar a la Moreneta, como en su día hizo el conseller de Medio Ambiente, se encomendó a los catalanes. Les pidió que después de haber demostrado, durante los últimos 300 años, que han tenido y tienen sentimiento de país, ahora tengan «sentido de estado».

Ni Mas, ni la presidenta del Parlament, Núria de Gispert, ni el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, escondieron que los actos del tricentenario, que empezarán la próxima Diada y culminarán el 11 de septiembre de 2014, cuando se cumplan tres siglos del desenlace de la Guerra de Sucesión, están diseñados para aunar una mayoría a favor del «sí» en una eventual consulta soberanista.

Después de que le hayan llovido críticas por haber licitado una partida de un millón de euros para crear la oficina técnica que ha elaborado el programa conmemorativo –los comisarios son Miquel Calçada y Toni Soler–, Mas replicó a quienes piensan que esta celebración es un gasto innecesario para los tiempos que corren, que «es un acto de justicia y dignidad nacional». Sobre todo, por toda la gente «que se ha dejado la piel y la vida» para que Cataluña no desaparezca.

Cataluña, sujeto político

El president no dudó en reivindicar que Cataluña «no es un objeto político, sino un sujeto político». Y «los sujetos escogen la lengua y recaudan sus tributos», mientras que «a los objetos se les imponen lenguas y se les recaudan los impuestos».

La presidenta del Parlament, el alcalde de Barcelona y el propio Mas ofrecieron un sinfín de razones a favor del derecho a decidir de Cataluña. La más relevante, la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut, «que se cargó la apuesta de un pueblo», un episodio que comparó con la abolición de la Mancomunidad, en 1925, por parte de Primo de Rivera y con la supresión del Estatut de Núria y la República, en manos de otro general, Franco. Mas lanzó el siguiente llamamiento: «Si la historia la escriben los vencedores, convirtámonos en vencedores». Y para ganar apostó por luchar con «nuestras mejores armas»: la democracia, que puede traducirse en una consulta.