Cataluña

Mas retoma el soberanismo para complacer a ERC

Hace un guiño a sus socios apenas 24 horas después de reunirse con Rajoy. Junqueras le exige un discurso duro en el que culpe de todos los problemas al Gobierno

El presidente de la Generalitat durante su intervención ayer en la Cartuja de Escaladei
El presidente de la Generalitat durante su intervención ayer en la Cartuja de Escaladeilarazon

BARCELONA– Con el grifo del crédito cerrado pocas opciones le quedan a la Generalitat. No tiene más remedio que entenderse con el Gobierno de cara a recibir financiación –especialmente cuando se está negociando ampliar el margen de déficit–, aunque en Cataluña los pasos vayan encaminados a sentar las bases para convocar una consulta soberanista que ha pactado con su socio de ERC por escrito. Artur Mas aparcó el viernes ante su anfitrión, Mariano Rajoy, el discurso que más resuena entre la primera fila del Govern, pero no tardó ni 24 horas en volver a ensalzar el mensaje de que hay que caminar hacia lo que el nacionalismo ha querido llamar el derecho a decidir.

El presidente de la Generalitat ayer no estaba ante un auditorio de empresarios del sector del automóvil, ni con más de medio centenar de periodistas siguiendo atentamente, desde la bodega del un hotel barcelonés y a través de un plasma, su intervención en el almuerzo que organizó Moncloa. Mas fue ayer con el conseller de Cultura, Ferran Mascarell, a la Cartuja de Escaladei, la más antigua de España, donde apeló nuevamente a la convocatoria de una consulta. Advirtió, además, que hay personas interesadas en dificultar el camino hacia el estado propio con «pieles de plátano» para forzar «un resbalón» en toda regla.

El presidente de la Generalitat aprovechó la inauguración de las obras de rehabilitación del claustro menor de la cartuja para volver a arengar a los catalanes en el camino hacia la independencia. «Cataluña está subiendo una escalera que lleva hacia la libertad», aseguró, para añadir que «es un objetivo que puede ser ampliamente compartido en nuestra casa, sobre todo si entendemos que, para llegar, primero lo que hay que hacer es algo tan estrictamente democrático como dar la voz a la gente para que pueda decidir». Para Mas, «estamos en este camino, en esta escalera, y algunos intentan serrar los barrotes y poner algunas pieles de plátano para ver si alguien resbala. Si nos lo creemos todos y sabemos lo que queremos, lo evitaremos, pasaremos por encima de estos escalones y seguiremos yendo hacia arriba».

Desacato al Constitucional

El discurso era toda una declaración del president de que, pese al maratón de reuniones a más alto nivel del Gobierno en las que también ha estado implicado el conseller Andreu Mas-Colell, no se separa de su pacto con ERC. No sólo están en juego los presupuestos de este año, también todo un camino recorrido hasta ahora que ha explosionado esta semana al plantar cara al Tribunal Constitucional y mantener la Declaración de soberanía que declara a Cataluña «sujeto político y jurídico» pese a que el Alto Tribunal la ha suspendido mientras resuelve el recurso del Gobierno.

Combinar la negociación de un déficit preferente para Cataluña con el órdago soberanista obliga a hacer unos equilibrios, donde uno de los problemas es no defraudar a ERC. Pero los de Junqueras están por el discurso duro contra el Gobierno y por poner el altavoz en que la culpa de todo lo malo que ocurre en Cataluña es de Madrid.

Además, el Govern intenta buscar como aliado al PSC en una oposición que, en general, no comulga ni con la red de diplomacia Diplocat, ni con el Consejo para la Transición Nacional por citar sólo dos de las medidas que se han puesto en marcha del pacto de legislatura entre CiU y ERC. Los socialistas están creando un problema añadido de cara a tener la mayoría aplastante que busca Mas para presionar al Gobierno con la convocatoria de una consulta. En esta tesitura, negociar unas condiciones especiales para Cataluña no supone aparcar el mensaje soberanista y tampoco desmarcarse de una hoja de ruta pactada con ERC. Los socios están más por el no que por el apoyo a los presupuestos, puesto que defienden que Cataluña puede funcionar como hasta ahora en tiempo de prórroga. La clave en estos difíciles equilibrios está en que el Govern actúe como hasta ahora y no frene la puesta en marcha de herramientas que ayuden a convocar la consulta.

Esquerra dibuja una Cataluña a su medida

Al margen del Consejo para la Transición Nacional al que Artur Mas ha encargado la tarea de diseñar el futuro estado catalán, ERC por su cuenta también está modelando cómo sería su estado propio ideal. El resultado de este trabajo se debatirá los próximos 6 y 7 de junio, pero ya han trascendido algunos detalles. Por ejemplo, apuesta por definir el futuro estado catalán como una «república constitucional democrática», descentralizada a través de veguerías. Descarta un ejército porque implica un gasto anual de 4.000 millones de euros. Y para defender Cataluña plantea «acordar un encaje con los sistemas de defensa europea, con lo que bastaría tener un cuerpo armado de élite o firmando acuerdos de defensa con terceros países. También quiere convocar elecciones presidenciales.

HERRAMIENTAS AL SERVICIO DE LA CONSULTA

Declaración de soberanía

- El Tribunal Constitucional ha dictado la suspensión del texto aprobado en el Parlament que declara a Cataluña «sujeto político y jurídico». La declaración de soberanía fue el primer paso para involucrar a los partidos en el camino a la transición nacional de CiU y ERC. No logró el apoyo del PSC, aunque sí una crisis interna de esta formación.

Consejo para la transición nacional

- Este órgano concebido a modo de comité de sabios trata de ganar adeptos de cara a la consulta soberanista, además de buscar respuestas de cómo debe ser el estado propio que hoy por hoy no tiene Convergència. El Govern apostó por involucrar a catorce personas de perfil soberanista y dejar fuera las voces contrarias al proceso.

Diplocat

- Las cinco «embajadas» catalanas y la treintena de oficinas comerciales de la Generalitat en el extranjero están al servicio de la diplomacia catalana que apuesta por hacer madurar la consulta a escala internacional. De momento, los planes de la Generalitat de cara a la consulta de 2014 no han encontrado aliados entre los mandatarios extranjeros.

Cumbre política

- Iniciativa del presidente de la Generalitat para intentar implicar al PSC en la preparación de la consulta. Pero la convocatoria, que tuvo lugar el lunes, no logró arrancar un apoyo de la formación que encabeza Pere Navarro después de que Carme Chacón mostrara en público su rechazo a que los socialistas caigan en la «trampa» de Mas.

Comisión parlamentaria

- La comisión por el derecho a decidir fue aprobada el miércoles para que la cámara catalana trabaje en la preparación de la consulta soberanista. Los diputados del PP se ausentaron de la votación, ya que denuncian que no se pueden poner en marcha este tipo de iniciativas después de que el TC haya suspendido la declaración de soberanía.

Ley de consultas

- Es otra de las priodades del pacto de legislatura entre CiU y ERC para dar cobertura a la consulta independentista. Su tramitación está siendo tan acelerada que en marzo el Parlament admitió a trámite después de un periodo de ponencias en que se aprovecharon los trabajos realizados por los grupos políticos en la anterior legislatura.

Tricentenario de 1714

- En septiembre comenzarán los actos que culminarán el 11 de septiembre de 2014, una de las fechas que barajan para convocar el referéndum coincidiendo con el tricentenario de 1714. El programa de actos de la Generalitat está siendo coordinado por el periodista Miquel Calçada, mientras que el Ayuntamiento prepara otro propio.