Arte, Cultura y Espectáculos

Memorias del cubismo

Acantilado recupera un ensayo de Kahnweiler, el galerista de Picasso, Léger, Braque y Gris

Restrato cubista de Daniel-Henry Kahnweiler por Picasso, uno de los artistas que representó el gran galerista y autor de «El camino hacia el cubismo»
Restrato cubista de Daniel-Henry Kahnweiler por Picasso, uno de los artistas que representó el gran galerista y autor de «El camino hacia el cubismo»larazon

BARCELONA-Si alguien lo sabía todo del cubismo, ese era Daniel-Henry Kahnweiler. ¿Profesión? Vendedor de cuadros, pero de firmas como Picasso, Braque, Gris y Léger, a los que representó en exclusiva como galerista. El arte moderno no tenía secretos para él y, por eso, tanto tiempo después de aquella revolución artística surgida en los barracones del Bateau Lavoir, su palabra sigue siendo importante. Acantilado acaba de recuperar uno de los escasos textos que dejó escritos, «El camino hacia el cubismo», una obra fundamental para poder adentrarse no solo en un movimiento artístico sino en todo un periodo de intensa creatividad.

El marchante del cubismo dejó una producción literaria breve, en la que faltan unas memorias –proyecto en el que parece que trabajaba a finales de los 40, hasta el punto de ser ofrecido a un editor barcelonés– o, al menos, una monografía dedicada a Picasso, algo que el malagueño siempre le recriminó. En ausencia de esos títulos, «El camino hacia el cubismo» es un testimonio de primera mano de ese «ismo» artístico. El texto es una verdadera declaración de principios y de agradecimiento hacia el cubismo. «Gracias a la invención de signos que figuran el mundo exterior, ha dotado a las artes plásticas de la posibilidad de transmitir al espectador experiencias visuales del artista sin la imitación del ilusionista. Ha reconocido que todo arte plástico no es más que una escritura, cuyos signos lee el espectador, y no un reflejo de la naturaleza», apunta el galerista en este trabajo.

El texto fue publicado originalmente en alemán en 1920, conociendo una edición posterior francesa en 1963, dentro del volumen «Confessions esthétiques», pero con muy pocos retoques. Como afirma Pierre Assouline, biógrafo del marchante, con estos textos se proponía «ser el primero que conceptualizado el cubismo», sirviendo como base para estudios posteriores sobre el tema.

Pintores responsables

En el libro responsabiliza a partes iguales a Picasso y Braque de la revolución cubista. «Los dos son artistas grandes y admirables, cada cual a su modo. El arte de Braque es más reposado que la obra nerviosa y discordante de Picasso. Junto al sereno francés Braque se encontraba Picasso, el fanático buscador español», escribe Kahnweiler. Es aquí donde nos habla, como testigo privilegiado, del nacimiento del cuadro que lo cambió todo: «Las señoritas de Aviñón». En las páginas del libro nos relata su impresiones de primera mano de la gran tela que ve nacer en el estudio de Picasso. El galerista nos relata las dudas del artista, las modificaciones que va realizando hasta encontrarse con la composición que hoy conocemos.

Acantilado publicará próximamente el inteligente estudio que Kahnweiler dedicó a Juan Gris. En «El camino hacia el cubismo» encontramos palabras llenas de generosidad y recuerdo hacia el artista: «Juan Gris, que vivió poco tiempo, que tuvo poca suerte, que no ha buscado nunca pretextos, se encuentra entre los más grandes».

«EL camino hacia el cubismo»

D. H. Kahnweiler

Acantilado

92 páginas, 12 euros.