Cerco a la corrupción
Prat se niega a responder por las acusaciones del caso Innova
El ex presidente del Instituto Catalán de la Salud (ICS) y ex director general de Innova, empresa dependiente del Ayuntamiento de Reus, Josep Prat, compareció ayer en una comisión de investigación en el Parlament, tras ser imputado por presuntas irregularidades relacionadas con este holding municipal. Prat negó cualquier autoría en estos hechos y rechazó responder a las preguntas que le hicieron los grupos parlamentarios.
Para negarse a responder a las preguntas de los partidos, Prat se escudó en que el juez decretó el secreto de sumario en este caso. Buena parte de su discurso se basó en recordar que durante 27 años –desde 1985 a 2012– se ha dedicado a trabajar en la sanidad pública, aunque en ningún momento hizo referencia alguna a su implicación en las supuestas irregularidades vinculadas a Innova.
Las acusaciones
Prat dimitió el año pasado de su cargo en el ICS. El pasado febrero fue detenido, junto al ex director del Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) Carles Manté. Posteriormente, Prat quedó en libertad con cargos y con el pasaporte retirado. Está imputado por presuntos delitos de malversación de fondos públicos, estafa, tráfico de influencias, negociaciones prohibidas a funcionarios y blanqueo de dinero. También está imputado en la investigación de la gestión del Hospital Sant Pau, y por supuestamente favorecer en el alquiler de dos pisos de Reus a un colaborador de Innova.
Buena parte de las preguntas de los grupos parlamentarios se basaron en el hecho de que Prat alternó cargos en la sanidad pública –al frente del ICS y de Innova– y en la privada –como miembro del consejo de administración del grupo USP Hospitales–. El imputado defendió la compatibilidad de ambos cargos e insistió en que nadie de la Generalitat se quejó de esta duplicidad laboral.
En su comparecencia, que duró unas tres horas, Prat afirmó que «nunca he formado parte de ningún partido político siempre que he tenido cargos públicos».
Señaló que, antes de aceptar la presidencia del ICS, en 2011, puso en conocimiento del conseller de Salud, Boi Ruiz, su cargo en el grupo USP, y afirmó que éste le dijo que «no tenía que abandonar ningún cargo». «Si el departamento y los propietarios de Innova hubieran visto alguna incompatibilidad, después de 27 años dedicados a la sanidad pública no habría entrado en el grupo privado USP», remarcó.
Siempre echando balones fuera e ignorando todas las preguntas de los grupos parlamentarios, Prat se quejó incluso del «juicio mediático» que se ha formado, a su juicio, alrededor de este caso. «Sólo falta de que me acusen de agresiones sexuales», comentó. «Estoy convencido de que me declararán inocente de todas estas acusaciones, la verdad es que no me arrepiento de nada, mis quejas son básicamente porque se están diciendo cosas de mí, como por ejemplo que soy mala persona, y mis hijos han tenido que leerlo», denunció en su comparecencia. Insistió Prat en que «no hay nada probado», en referencia a las delitos por los que está imputado, y se quejó de que «muchos de los que me atacan no sabrían diferenciar entre los entes sanitarios».
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