Política

Elecciones europeas

Puigdemont deja la política catalana y mira a Europa

Asegura que recogerá el acta de eurodiputado si es elegido y pide participar por videoconferencia en el debate de TV3

El cabeza de lista de JxCat a las europeas, Carles Puigdemont, en una imagen de archivo
El cabeza de lista de JxCat a las europeas, Carles Puigdemont, en una imagen de archivolarazon

Asegura que recogerá el acta de eurodiputado si es elegido y pide participar por videoconferencia en el debate de TV3

Carles Puigdemont dio el pistoletazo de salida a su campaña para las europeas. Lo ha hecho en el formato de rueda de prensa de la Agencia Catalana de Noticias, de la que fue su primer director. El candidato de Libres por Europa ha dado la vuelta a la tortilla a sus prioridades. Si en diciembre de 2017 basó su campaña en una promesa incumplida. Volver a Cataluña si ganaba los comicios. No lo hizo. Tras una infructuosa espera, durante meses el Parlament estuvo enredado en su nuevo empecinamiento que no era otro que ser investido a distancia. No lo consiguió porque el Estado ha levantado “una muralla de ingeniería legal”, que a su parecer es “ilegítima e ilegal”. Y ahora, después de casi un año y medio, Puigdemont sorprendió en su primera rueda de prensa anunciando su nueva -enésima- hoja de ruta “el Parlamento Europeo no es una estación de enlace para volver a la Generalitat, no tengo ningún interés en ser candidato en unas elecciones al Parlament”.

En su agenda está apuntado un acto para hoy: el debate que organiza TV3 y al que la Junta Electoral autorizó a participar a Junqueras y Comín. Eso sí, por videoconferencia, el primero desde Soto del Real y el segundo desde Bélgica. «Si él está, yo también estaré. Y me emociona mucho estar allí con él. No nos dividirán», anunció.

Puigdemont pone tierra de por medio. Ante la imposibilidad de ser elegido a distancia, ante la imposibilidad de volver a Cataluña a tomar posesión, sus grandes promesas incumplidas, el expresidente de la Generalitat autoexiliado en Bélgica se desmarca de la política catalana en el ámbito institucional para acercarse al Parlamento Europeo y así conseguir, lo que los independentistas definen como“internacionalizar el conflicto”. “Mi intención es recoger el acta de eurodiputado y dar continuidad en el Parlamento Europeo al trabajo que empezamos en el exilio”, afirmó en su comparecencia.

Sin embargo, Puigdemont no tiene intención de dejar de tutelar a Junts per Catalunya alejando el horizonte electoral que el propio Joaquim Torra ha ido alimentando en estos meses cuando, en privado, ha manifestado sentirse cansado y con ganas de dimitir. Puigdemont ha lanzado su aviso “a aquellos que quieren un Govern débil que abandonen la idea de elecciones anticipadas” y llamó a no hacer “cábalas” sobre un anticipo electoral tras la sentencia. Es decir, ha roto su propio discurso, el de Torra y el de Junts per Catalunya que azuzaban estas “cábalas”. Lo cierto es que este nuevo cambio de rumbo, tal y como ha avanzado repetidamente LA RAZÓN, viene motivado por los malos resultados electorales de las generales y los augurios de resultados mediocres en municipales y derrota frente a ERC en las europeas. Y un añadido, nada baladí. Un claro mensaje a ERC. Si alguien quiere romper el gobierno y dejarlo en minoría que dé el paso. O sea, solo habrá elecciones si Junts per Catalunya no consigue mantener la unidad del gobierno.

“Nadie convoca para perder”, es una máxima de los líderes políticos. Y también para Puigdemont, que prefiere alargar el horizonte electoral para definir sus próximos movimientos. El primero es ser elegido eurodiputado “si salgo elegido tendré inmunidad y ello me habilitará para recoger el acta”, afirmó en su intervención de ayer poniendo su confianza en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, la instancia a la que piensa recurrir. Puigdemont sigue afirmando que tiene inmunidad en el momento de ser elegido, mientras que los Servicios Jurídicos del Parlamento Europeo afirmaron que esa inmunidad sólo es efectiva en el momento de recoger el acta en la Junta Electoral Central, domiciliada en el Congreso de los Diputados en Madrid. Puigdemont sabe que recoger el acta implicará su detención, con lo que se vislumbra otro conflicto en los tribunales europeos de un diputado electo -así lo dicen las encuestas- sin acta oficial de eurodiputado.

A diferencia de sus compañeros de Junts per Catalunya que han iniciado la campaña lanzando duros ataques a los candidatos republicanos, Puigdemont habló bien de ERC, con quién quiere compartir grupo parlamentario en Europa -Alianza Libre Europea- una vez que los liberales de ALDE les han señalado la salida, porque “compartimos el grueso de nuestros objetivos”. También tuvo elogios para Oriol Junqueras con el que tiene unas relaciones “manifiestamente mejorables y que no atraviesan por su mejor momento”, según apuntan conocedores de la situación personal y política entre ambos líderes independentistas.

Puigdemont también se ocupó del tema político de esta semana, la elección de Miquel Iceta como senador autonómico. “Nadie discute el derecho del PSC a escoger su senador” afirmó tras arremeter contra Pedro Sánchez “fue precipitado por parte de Pedro Sánchez y el PSC anunciar una presidencia cuando alguien aún no ha sido elegido y ello depende de una cámara soberana ante la que su última intervención fue su suspensión por el 155”. Puigdemont ha acusado a Iceta de ser copartícipe del 155, de hacerse fotos con PP, Ciudadanos y Vox -en la manifestación que reunió a más de un millón de personas el 8 de octubre de 2017 en Barcelona- concluyendo que “no es el tipo de empatía y respeto de las minorías que esperábamos”. O sea, Puigdemont ha abierto la puerta del Senado a Miquel Iceta deslizando una posible abstención de JxC y haciendo obvio el resquemor del independentismo no del nombramiento de Iceta como senador, sino de su destino como presidente del Senado. Sin duda, dicen fuentes socialistas “los indepes hubieran preferido a alguien más jacobino y menos dialogante. Iceta les tumba su discurso”.