Barcelona

Rajoy advierte a Mas de que tomará más medidas si el proceso avanza

Se erige como garantía para frenar el independentismo y velar por el Estado de Bienestar. Culpa a CDC de llevar a Cataluña a la situación actual y avanza que no le temblará el pulso

Mariano Rajoy, flanqueado por María Dolores de Cospedal y Xavier García Albiol, con semblante serio durante el acto de presentación de los candidatos provinciales del PP para el 20-D, entre los que destacan el ministro del Interior, Jorge Fernández, por Barcelona; José Manuel Margallo, por Alicante, o Ana Pastor, por Pontevedra
Mariano Rajoy, flanqueado por María Dolores de Cospedal y Xavier García Albiol, con semblante serio durante el acto de presentación de los candidatos provinciales del PP para el 20-D, entre los que destacan el ministro del Interior, Jorge Fernández, por Barcelona; José Manuel Margallo, por Alicante, o Ana Pastor, por Pontevedralarazon

Se erige como garantía para frenar el independentismo y velar por el Estado de Bienestar. Culpa a CDC de llevar a Cataluña a la situación actual y avanza que no le temblará el pulso

El choque de trenes entre el Gobierno y la Generalitat del que Artur Mas lleva alertando desde que empezó a desplegar su proyecto soberanista era esto: por cada paso que Cataluña da hacia la independencia, Madrid responde. Al margen de la batalla a golpe de recursos que el Gobierno y la Generalitat libran en el Tribunal Constitucional, tras aprobarse la resolución que da por iniciado el proceso de desconexión con España, la Fiscalía ordenó a los Mossos d’ Esquadra que vigilen si hay actos de sedición y Hacienda ha impuesto un férreo control sobre el gasto de la Generalitat para acceder al Fondo de Liquidez Autonómico (FLA). Es sólo el principio. Rajoy advirtió ayer de que tomará más medidas contra Cataluña si el proceso hacia la independencia avanza.

El PP eligió Barcelona para presentar a sus candidatos a las elecciones del 20-D. Tanto la elección de la capital catalana como la puesta en escena estaban pensados para trasladar a Mas un contundente mensaje contra sus planes secesionistas. Bajo un letrero con el lema «España en serio» –obra del jefe de campaña, el catalán Jorge Moragas–, Rajoy se apropió del papel de dirigente responsable. Con tono grave avisó de que actuará con «firmeza, contundencia y proporcionalidad» para defender los sentimientos e intereses de «todos» los catalanes. «Estad tranquilos, nadie os convertirá en extranjeros en vuestra propia casa», insistió. Aunque esta última frase no era nueva, arrancó un entregado aplauso.

A poco más de un mes de empezar oficialmente la campaña electoral, donde el PP se juega revalidar la victoria, hizo llegar a su electorado el mensaje de que no habrá la más mínima tregua con el desafío catalán. Y a quienes le acusan de haber llevado al Gobierno a este choque de trenes con su inmovilismo, les insistió que la culpa no es suya, que los que han iniciado este proceso rupturista son otros, «los de la CUP y otros partidos». Rajoy acusó a Mas y a Convergència de haber llevado a Cataluña a un callejón sin salida. «Los responsables son los que han roto su coalición, han abierto la caja de Pandora y le han dorado la píldora», dijo. «Conviene elegir bien a socios y amigos», apostilló.

En todo momento se cuidó de no nombrar a Mas, aunque lanzó un claro mensaje a su candidatura, Junts pel sí. «Nosotros no estamos en rumbo de colisión, pero si se dan más pasos en la mala dirección se van a poner las cosas más difíciles». ¿Qué cosas? ¿Piensa aplicar el artículo 155, la llave para controlar Cataluña desde el Estado? El presidente del Gobierno no avanzó acontecimientos. Aunque dijo que su partido no está en rumbo de colisión, también apuntó que no le temblará el pulso si ha de actuar.

Además de erigirse como garantía para contener la «rauxa» independentista, se presentó como el único responsable capaz de velar por el Estado de Bienestar. De esta manera justificó la intervención de las finanzas de la Generalitat. Confirmó que el Estado pagará directamente a los proveedores catalanes, como farmacias y centros sanitarios concertados a los que la Generalitat lleva cuatro meses sin pagar.

El control del dinero es un «castigo»

Con una deuda acumulada de 2.000 millones de euros a farmacias y centros sanitarios concertados, la Generalitat no tiene otra salida que dejar que Cristóbal Montoro intervenga sus cuentas. Hacienda quiere controlar que los 3.034 millones del FLA no se deriven a fines independentistas. Artur Mas y sus consellers pusieron el grito en el cielo. Las condiciones para el cobro del FLA son «un castigo» a Cataluña por votar como vota, lamentó el president de la Generalitat, que aseguró que «se trata de una discriminación muy grande, una deslealtad total y una intolerancia absoluta hacia el territorio que más esfuerzos ha hecho para salir de la crisis». El conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, avanzó que acudirá a los tribunales si imponen estas condiciones.