Salvemos el Teatro

Última función

La Sala Tallers del TNC cierra sus puertas con «Groenlàndia», drama sobre el choque entre culturas. Dónde: Teatre Nacional de Catalunya. Av. de les Arts, 1.. Cuándo: Hasta el 3 de marzo.. Cuánto: 21 euros.

Una escena de «Groenlàndia», montaje en el que participan los actores de la compañía T6 como Àngels Poch o Joan Anguera
Una escena de «Groenlàndia», montaje en el que participan los actores de la compañía T6 como Àngels Poch o Joan Angueralarazon

BARCELONA- El cierre de una sala de teatro siempre es un momento triste, sea por el motivo que sea. La bajada de ingresos y el recorte de subvenciones han obligado a cerrar la Sala Tallers del TNC, dedicada a la exhibición de nuevas voces de la dramaturgia catalana, y ha reestructurar toda su programación de la temporada. En un momento en que no existen las buenas noticias, el cierre de una sala de teatro no parece gran cosa, pero simbólicamente, por la clase de sala que era, ha sido un duro golpe. «Es un cierre provisional, hasta que vengan tiempos mejores», señaló ayer Sergi Belbel, director del teatro, que no quiso convertir la última obra de la Tallers en un funeral, sino en un alto en el camino.

La obra que tendrá el honor de pasar a la historia como la última de la Sala Tallers es «Groenlàndia», de Jordi Faura, enmarcada dentro del Proyecto T6 de escritura teatral contemporánea. El montaje es una reflexión sobre el choque de culturas, en un futuro probable en que la diferencia entre ricos y pobres se habrá disparado y una familia adinerada se ve obligada a viajar a la lejana Groenlàndia para encontrar la cura de una extraña enfermedad. A partir de aquí, su relación con los indígenas, los esquimales, demostrará cómo la cultura occidental es un cáncer para sí misma.

Enmarcada dentro del género tragicómico, Faura ha conseguido plasmar a la perfección el relativismo cultural y demostrar que unos no son más evolucionados que otros, sino que los dos se mueven por distintos intereses. «La relación que se establece con los inuit, el nombre propio de los esquimales, les hará sacar el monstruo que llevan dentro», aseguró Faura.

Denuncia ecológica

Otro de los mensajes de la obra gira en torno al drama medioambiental que vivimos en la actualidad y que, lamentablemente, la crisis económica ha conseguido tapar. «Estamos destruyendo el ecosistema», señaló Faura. Su intención última, no obstante, es mirar el problema con un hilo de esperanza a través de una descripción perfecta de la vida en un entorno tan hostil para los humanos como Groenlandia. «La obra refleja perfectamente lo que uno se puede encontrar si viaja allí», señaló Francesc Bailón, asesor del montaje tras hacer 17 expediciones a ese país.