Un antifranquista llamado Josep Pla

Destino presenta la edición del libro inédito «Fer-se totes les il·lusions possibles».

Probablemente sea Josep Pla el escritor al que se ha perseguido más, tildándolo con algunas de las más desquiciadas etiquetas. Una de ellas es franquista y no son pocos quienes todavía definen al autor de «El quadern gris» de esta manera. Pla era consciente de este hecho, como le dijo en carta a Salvador Dalí, otro afectado por estos desmanes: «usted señor Dalí, no ha sido nunca atacado en este país por razones pictóricas –pese a ser tan desconocido. Ha sido atacado por razones políticas grotescas».

Ayer se presentó el libro inédito del autor ampurdanés, «Fer-se totes les il·lusions possibles i altres notes disperses», editado en catalán y en castellano por Destino. Los textos recopilados y estudiados por Francesc Montero pueden ayudar a deshacer mitos, a acabar con la leyenda del Pla franquista. Porque en estas páginas que ahora ven la luz, el escritor no vacila en hablar del «abyecto régimen de Franco», además de decir que la España de Franco es lo más parecido a un «pantano de mierda de enormes dimensiones». «Como liberal conservador, Josep Pla ganó la guerra. Como escritor en catalán la perdió y fue un derrotado», dijo ayer Xavier Pla, responsable de la cátedra de la Universitat de Girona dedicada al estudio de la obra del autor de «Nocturn de primavera» o «El carrer estret». El estudioso apuntó que el escritor, «como buen pragmático, luchó desde todos los frentes». Y en este punto es significativa su encuentro con Josep Maria Cruzet, quien fue su editor en catalán en la Selecta en los primeros años de la posguerra. Pla le propuso empezar a publicar su obra en lengua catalana, pero el editor con escepticismo le recordó «però si som a les catacumbes!». La respuesta de Pla está a la altura: «¿A les catacumbes? Si som a les catacumbes, hem de sortir-ne com més aviat millor!!!»

Por su parte, Francesc Montero señaló que los textos que de «Fer-se totes les il·lusions possibles» contienen «una crítica impecable al franquismo». Y es que el escritor no dejó que en esta ocasión «sus textos pasaran la censura, ni se había autocensurado. Por eso es muy directo, sin ningún tipo de embudos». El responsable de la edición matizó que Pla «era consciente de las dificultades del momento, que no podía publicar en ese momento sus valoraciones críticas sobre el franquismo».

En estos manuscritos desconocidos, guardados en la fundación del autor en Palafrugell, aparece, en palabras de Montero, un Josep Pla que es un «catalanista granítico» y que escribe estos textos «con la consciencia de que podrán ser publicados en alguna ocasión».

Y lo que queda por editar también puede ayudar a derribar estos mitos. Por ahora se sabe, según adelantó ayer Destino, que el próximo año irá a imprenta el epistolario cruzado entre Josep Pla y su amigo Gaziel. La Càtedra Pla trabaja en otros proyectos con las cartas del ampurdanés con Francesc de Borja Moll, Jaume Vicens Vives y Joan Estelrich. El editor Jordi Cornudella incluso lanzó la posibilidad de que viera la luz un cuaderno de 1936 en el que, según Cornudella, «no hay ninguna revelación extraña».

Lo que está claro es que Josep Pla no se acaba nunca y que todavía hay mucho que leer y decir sobre su fascinante obra.

«rRecordando a Coderch»

Pati Núñez

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