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Un retrato de Dora Maar a cuatro manos

Un estudio determina que una escultura fue realizada por Picasso y Apel·les Fenosa tras años de polémica.

El busto de yeso de Dora Maar está expuesto en las salas de la Fundació Apel·les Fenosa de El Vendrell.
El busto de yeso de Dora Maar está expuesto en las salas de la Fundació Apel·les Fenosa de El Vendrell.larazon

Un estudio determina que una escultura fue realizada por Picasso y Apel·les Fenosa tras años de polémica.

Ha sido uno de esos misteriosos alrededor de la obra de Pablo Picasso que merecían ser aclarados. Desde hace años persigue la polémica a un busto de 1941 que tiene como protagonista a la pintora y fotógrafa Dora Maar, amante y modelo de no pocos cuadros del genio malagueño. Sin embargo, ayer se supo que nos encontramos ante una obra a cuatro manos realizada por Picasso y Apel·les Fenosa. Así lo confirmó ayer en un comunicado la Fundación Apel·les Fenosa de El Vendrell haciéndose eco de las conclusiones de la Picasso Administration -que gestionan los herederos del autor de «Las señoritas de Aviñón»- que determinaban la autoría conjunta de la pieza.

La Fundació Apel·les Fenosa no había rehuido el debate. El pasado mes de marzo inauguraba una exposición alrededor del busto con el objetivo de aportar nuevas luces alrededor de la controversia sobre la autoría. La solución ha llegado antes del 30 de septiembre, fecha en la que cierra sus puertas esta muestra.

¿Cuándo surge este lío artístico? Para ello tenemos que remontarnos a los años de una amistad que dejó huella en ambos artistas. Sabemos por Pierre Daix, uno de los principales especialistas en Picasso, que su biografiado empezó a coleccionar pequeñas esculturas de Fenosa a partir de 1923 siguiendo reuniendo más obras durante toda su vida.

Picasso y Fenosa tenían varios amigos importantes en común, como los poetas Jean Cocteau y Paul Éluard, e, incluso compartieron taller. En efecto, durante el tiempo de la ocupación nazi en París, los dos artistas consolidaron su amistad. Picasso lo invitó a que trabajara en su estudio parisino des Grands Augustins, tal y como apunta Victoria Combalía, biógrafa de Dora Maar, aunque la Fundació Fenosa sostiene que fue en el taller de la caller Boétie, también en la ciudad del Sena.

Es en ese momento cuando Picasso le pidió a Fenosa que realice un retrato de Dora Maar con la que vivió una relación desde hacía tiempo. El escultor hizo su trabajo en yeso, pero cuando la dejó, el malagueño la retocó, iniciándose en ese instante la polémica sobre quién era el autor.

El lío se hizo oficial a partir de 1971, con la publicación de la monografía sobre las esculturas de Picasso firmada por Werner Spies. Es allí donde se cita únicamente al autor de «Guernica» como responsable del retrato de Dora Maar, fechándolo en 1943. Unos cuantos años después, el escritor James Lord, en su biografía de Dora Maar, apuntaba que la misma pintora le había co0nfirmado que el busto fue hecho por Fenosa y retocado por Picasso, algo que el artista malagueño lo ratificó.

Dora Maar guardó toda su vida el busto, además de una copia en bronce, y cuando ella murió la pieza fue a subasta junto con otros bienes de su extraordinaria colección, especialmente rica en originales de Picasso. En ese momento, la casa de subastas Piasa atribuyó únicamente a Fenosa la autoría. Nicole Fenosa, viuda del escultor asistió a esa venta pública y pudo hacerse con el original en yeso, pasando a formar parte de la colección actual de la Fundació Fenosa.

Cuando parecía que todo estaba claro, poco antes de morir, James Lord volvió al ataque con un nuevo texto en el que se volvían a enceder las alarmas. En esta ocasión escribió afirmó que cuando el yeso y el bronce se vendieron en subastas, «la viuda de Fenosa insistió en que su marido apareciera como autor, pero la obra es de Picasso».

Ahora se aclara el enigma porque la Picasso Administration acepta que el yeso aparecido en los bienes de Dora Maar es una obra original de ambos artistas. También considera que los ejemplares en bronce que Picasso fundió en los talleres Valsuani de París son también originales y obra a cuatro manos de los dos. Igualmente los cinco ejemplares en bronce editados por Nicole Fenosaa partir del yeso original son obra exclusiva de Fenosa, y no de Picasso y Fenosa.