Una forma de tapear diferente, con un toque canalla y una cocina original

Gula Bar, hermano del Santa Gula, apuesta por un producto de calidad pero menos estacional.

Nacho Núñez y sus socios, tras el éxito y buena acogida del restaurante Santa Gula, tenían en mente emprender un nuevo proyecto con un aire más canalla, más gamberro, y entonces surgió la oportunidad de dar forma a esa idea en un local ubicado al lado del Santa Gula. Finalmente, hace casi tres meses abrió sus puertas el Gula Bar.

«Nos apetecía abrir un bar de tapas, pero en Barcelona hay muchos de este estilo y hacer lo mismo nos parecía aburrido», recuerda el propietario Nacho Núñez, quien puntualiza que entonces optaron por «algo más arriesgado, con un punto más; un establecimiento con una propuesta basada en las tapas clásicas y otras diferentes, más originales».

Este nuevo restaurante mantiene la exigente selección del producto, de gran calidad, muy mimado y cuidado, propia del Santa Gula, sin embargo, a diferencia de éste último, su oferta no está tan supedita a la temporalidad y estacionalidad de la materia prima. «Esto es un bar de tapas, con una carta menos variable; mientras que el Santa Gula es más restaurante, con una cocina de producto y temporada y una oferta que varía continuamente en función del ritmo de las estaciones», explica Núñez, quien sin embargo destaca que en Gula Bar también cuentan con sugerencias fuera de carta, «pero no estamos supeditados a ello».

«Aquí, a diferencia de lo que sucede en Santa Gula, no nos sentimos obligados a ofrecer platos del día porque no lo hemos categorizado como un restaurante de temporada o de mercado». Pese a ello, el producto sigue siendo el protagonista en cocina, de manera que éste ha de ser de máxima calidad y su sabor ha de ser fácilmente perceptible en el plato. «Sin embargo, en Gula Bar es cierto que también hay un twist, una mezcla, de cosas y sabores», admite Núñez y hace hincapié en que en este restaurante «todo se elabora al momento, in situ, incluidos los postres».

En contrapartida, en el Gula Bar la creatividad y originalidad tienen más margen de acción. «Aquí partimos de las tapas básicas, un concepto que de por sí lleva implícita tradición, pero le damos un giro original», comenta el dueño, para a continuación poner como ejemplo las croquetas, rellenas de bacalao a la llauna, o el mollete de calamares, con pan con curry, allioli ahumado y salsa de coco. «Son propuestas clásicas pero con una ejecución original», apunta. Y todo ello servido y presentado en pequeñas raciones para compartir, desde la tapa, pasando por el bocado hasta los platillos.

En cuanto a la bodega, en el Gula Bar también se ha querido optar por cierta singularidad y, en este sentido se ha apostado por unos vinos «no excesivamente comerciales». «No es una carta muy extensa pero en ella hemos querido incluir vinos algo más canallas, resultado de proyectos con alma», indica el propietario. Y ese toque canalla también está presente en el estilo y decoración del espacio.

Un espacio con carisma

«El local tiene un aire informal, con un look industrial, parece como si se tratara de un garaje», comenta Nacho Núñez, para quien Gula Bar «recuerda a un establecimiento del norte de Europa».

«Tiene un ventanal que da a la calle y se puede abrir por completo cuando llega el buen tiempo y cuenta con mesas altas, otras bajas y una barra desde la que se puede ver trabajar al chef en la cocina, que está abierta a la vista del comensal, de manera que el cliente puede elegir la opción que más le guste», explica el dueño, quien recuerda que «los sábados y los domingos por la mañana , desde las 11.00 horas a alas 13.00, hacemos el vermut, para el que hemos diseñado una oferta con platos de la carta y otros creados únicamente para la ocasión».

Restaurante Gula Bar

Dirección: C/del Doctor Rizal, 20

Teléfono: 93 217 05 47

Horario: 13 a 16 h. y de 20 a 23 h.