Barcelona
Unión contra las aduanas para libros
El Grupo Iberoamericano de Editores presentó en Liber la llamada Declaración de Barcelona.
El Grupo Iberoamericano de Editores presentó en Liber la llamada Declaración de Barcelona.
Ayer era un día festivo, pero en el recinto de Fira de Barcelona eso no se notaba por la destaca afluencia de gente al certamen Liber que abrió sus puertas. Pese a que el temporal se convirtió en un destacado protagonista de la jornada, los profesionales del libro acudieron puntualmente a la cita.
Y el primer día ya arrancó con un impotante anuncio. El Grupo Iberoamericano de Editores (GIE), una entidad que agrupa a las asociaciones y cámaras del libro españolas y de todos los países iberoamericanos, aprobó la llamada Declaración de Barcelona. En ese documento se ruega a los gobiernos iberoamericanos la eliminación de todo tipo de aranceles, trabas aduaneras y administrativas a las que están sujetos en la actualidad los libros en los 21 países que han rubricado el tratado.
Según explicó a este diario Daniel Fernández, el presidente del comité organizador de Liber, se pretende que esta declaración «se eleve a la próxima Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno Iberoamericanos». De esta forma, se busca que estos mandatarios asuman el compromiso de poner medidas para «fortalecer el libro y la lectura». Más concretamente, el Grupo Iberoamericano de editores solicita el diseño y ejecución de planes permanentes de fomento de la lectura que pongan en valor el papel del libro que cuenten con dotaciones presupuestarias suficientes y que permitan convertir a la región en una región de lectores.
Otro aspecto que subraya el documento es el de planes de acción contra la piratería en cualquiera de sus fórmulas y de protección y fomento de la Propiedad Intelectual: «La regulación de la Propiedad Intelectual es una de las grandes conquistas revolucionarias que permite la autonomía de los creadores y el resto de los titulares del Derecho de Autor y su promoción no es un obstáculo para el desarrollo digital, sino su base», dice la citada declaración.
«La piratería es uno de los factores que nos han hecho difícil la supervivencia del mundo del libro. España tiene el dudoso honor de ser líder en todo tipo de descargas. Eso contrasta con países como Francia, donde se protegen los derechos de autor y no hay una cultura de la piratería, o en Alemania, con una legislación muy dura en la lucha contra las descargas. Eso no pasa en España, donde no se persigue al consumidor. En el último año, en Portugal se han cerrado 200 webs dedicadas a las descargas ilegales. En España, solamente cuatro», explicó Daniel Fernández.
Asimismo, el Grupo Iberoamericano de Editores considera que el libro «es y ha sido el principal instrumento de desarrollo y formación y, algo que a veces se olvida, de integración social que ha tenido la Humanidad. Ese papel se fortalece, aún más si cabe, en la llamada sociedad del conocimiento. La lectura y el libro son la llave de plata, la única para acceder al conocimiento».
Igualmente se subraya la importancia que tanto el español como el portugués tienen como lazo de unión y rasgo distintivo de la región iberoamericana, además de la trascendencia no sólo cultural y educativa sino económica y social de esas lenguas comunes, que deben ser apoyadas por los Gobiernos.
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